Fernando Urdiales, paladín del teatro clásico español
El actor dirigió la compañía Corsario e impulsó el festival de Olmedo
El verano pasado, Fernando Urdiales era consciente de que el hígado que se le trasplantó hace pocos años no daba más de sí. Se iba despidiendo de su entorno sin renunciar al humor y sin atisbo de autocompasión. Tan solo con las armas que siempre utilizó como actor, director y pergeñador de proyectos teatrales de primer orden: inteligencia, sabiduría, lucidez e ironía. Ayer murió en Valladolid a los 59 años. Con él desaparece uno de los mayores luchadores que ha dado la España contemporánea por la recuperación del teatro clásico, sobre todo, español. Una lucha que llevó de manera individual, y como director del Teatro Corsario, compañía fundada por él en 1982, que se caracteriza por un especialísimo tratamiento de los clásicos en lengua castellana que la ha situado entre las mejores compañías de verso.
Nacido en Valladolid en 1951, y licenciado en Medicina, colabora desde los años setenta como actor en el TEU de la Universidad de Valladolid, en el Corral de Comedias, en Teloncillo y en el Teatro Estable de Valladolid. A partir de 1986, ya en Corsario y abandonada su carrera de médico, inicia una serie de montajes de raíz clásica y popular.
Eduardo Vasco, director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, señaló ayer: "La labor que ha hecho Corsario con el teatro clásico español ha sido la iniciativa privada más importante que ha habido en España alrededor de este género teatral, y Urdiales, sin lugar a dudas su impulsor, fue uno de los últimos grandes sabios del teatro español, tenía un camino que era propio, no pertenecía a ninguna escuela y tradición". Y añade: "Combinaba la erudición con una gran personalidad teatral".
Sus últimas energías fueron para el Festival de Teatro Clásico de Olmedo, un proyecto urdido por él y en el que estaba implicado en el equipo directivo, junto con Benjamín Sevilla, gerente de la Sociedad de Turismo de Olmedo, y Germán Vega, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Valladolid. Urdiales consiguió en tan solo cinco años situar este festival entre los más interesantes de su género.
Su último montaje fue una brillante puesta en escena de El caballero de Olmedo, de Lope de Vega, que estrenó el año pasado. Además de los numerosos premios, nacionales e internacionales, que Corsario ha recibido en sus 28 años de existencia, como el Premio Max Revelación 2007 con La barraca de Colón, cuyo texto era del propio Urdiales, dirigió numerosos espectáculos de autores como Tennessee Williams, Lewis Carroll, Jardiel Poncela, más sus impecables clásicos, sin olvidar que ejerció notablemente como actor entre 1982 y 1993. Será incinerado hoy lunes a las 19.00 horas en el Tanatorio de San José de Valladolid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.