Rojo exploró hasta con cuatro cajas una posible fusión de Vital

Vital ya ha explorado hasta en cinco ocasiones posibles fusiones con cuatro cajas de ahorro fuera del País Vasco. Lo hizo durante el mandato de Gregorio Rojo como presidente y con el pleno respaldo del Consejo de Administración de la entidad alavesa. La apuesta particular de futuro del entonces presidente por "apuntalar" el tamaño de Vital fundamentó los sucesivos contactos con Caja Navarra, en dos ocasiones, Caja Badajoz, Círculo Católico de Burgos e Ibercaja.

Esta larga travesía particular por el entonces desierto de las fusiones se agilizó especialmente tras el duro revés asestado en enero de este año por las instituciones públicas y financieras del País Vasco a la propuesta de fusión reiterada por Rojo una vez que la crisis del sector tomó cuerpo y el propio Banco de España alentó el proceso de integración entre cajas.

Los contactos fueron con CAN, Caja Círculo, Ibercaja y Badajoz

El pasado junio, BBK, Kutxa y PNV descartaron la 'fusión fría'

Para entonces, eso sí, Rojo ya tenía la experiencia de su primera negociación con Caja Navarra (CAN), abordada con anterioridad, incluso, a que tomara cuerpo el proyecto de Banca Cívica, en el que hoy concurren además las cajas de Badajoz, Canarias y esperan a Cajasol. Según las informaciones de que dispone EL PAÍS, esta primera negociación entre Vital y CAN contemplaba una fusión "prácticamente a partes iguales", aunque otras fuentes puntualizan que la parte navarra restringía el porcentaje de la alavesa en la caja resultante.

El camino despejado por ambas entidades permitió retomar los contactos varios meses después y por los mismos responsables. Pero entonces ya estaba sobre la mesa el proyecto de Banca Cívica y las conversaciones, eso sí, tuvieron mucha más frialdad, hasta el punto de que se abandonaron con rapidez. Sin embargo, ya en un marco más condicionado por la profundidad de la crisis económica y del sector financiero, desde Vital se mantuvo abierta la puerta a otras alternativas. Quizá en este contexto podría situarse el artículo del propio Rojo (El compromiso es de todos), en enero de este año donde se posicionaba en contra de la postura defendida por las otras dos entidades -BBK y Kutxa-, así como el Gobierno vasco y los tres partidos necesarios para la operación (PNV, PSE-EE y PP), partidarios de no retomar la integración hasta superar la crisis, lo que la retrasaría, al menos, hasta 2011.

Nadie atendió esta indisimulada presión de Vital. Quemadas las últimas naves, sin respaldo incluso de su propio partido, Rojo abanderó a partir de entonces su cruzada particular y comenzó los contactos con Caja Círculo, Caja Badajoz e Ibercaja. No obstante, hay quien sitúa estas negociaciones en mayo una vez que desde Vital se planteara, también en otro artículo de opinión, la fórmula de la fusión fría entre las cajas vascas y que tampoco cuajó. De hecho, el presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, consideró que esta fórmula "no tiene sentido ni virtualidad". Días después, BBK y Kutxa dijeron lo mismo. Hoy, Rojo ya no está en Vital.