Funcionarios forman cadenas humanas contra el decreto
Varios "miles de empleados públicos", según los convocantes, rodearon ayer con cadenas humanas numerosos edificios emblemáticos de la Junta de Andalucía de todas las provincias para pedir la derogación del decreto ley de reordenación del sector público de la Junta, en una acción convocada por el sindicato CSIF.
Así, CSIF celebró cadenas humanas en el edificio múltiple en Cádiz, en la plaza de Asdrúbal; en el edificio de la Delegación del Gobierno de Granada, en el edificio La Normal; en la Delegación de Salud de Huelva; en el edificio múltiple de la Junta de Andalucía en Jaén; en el edificio Nuevos Ministerios de Almería; en la Delegación de Hacienda y Administración Pública, de Córdoba; en el edificio de servicios múltiples o Edificio Negro, de Málaga; y el palacio de San Telmo en Sevilla, sede de la presidencia de la Junta.
El CSIF lamentó que en el caso de Sevilla la policía impidiese rodear la parte del edificio que da al Paseo de las Delicias, donde había "un despliegue policial desorbitado, cuando los empleados públicos se han manifestado de forma pacífica pidiendo la derogación de la ley".
También se concentraron en el Parlamento andaluz, donde también existía "un despliegue policial increíble", en opinión del sindicato de funcionarios.
Un portavoz de este sindicato aseguró respecto a la reunión que según el PSOE iba a mantener con el CSIF que se habían enterado "por la prensa". "Para nada se trataba de una reunión acordada y no nos había llegado invitación hasta esta mañana, por lo que no podemos acudir a una reunión de la que nos acabábamos de enterar", dijo el portavoz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.