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Un temporal azota Andalucía

El río Genil invade las calles de Écija

- La crecida del Guadalquivir obliga a desalojar viviendas ilegales en Córdoba - Varios municipios de Jaén reviven las inundaciones del pasado invierno

El primer gran temporal del otoño ha anegado calles y viviendas de decenas de municipios andaluces. La alerta saltó en Écija (Sevilla) el lunes por la noche con el desbordamiento del arroyo de Argamasilla y del río Genil. Más de un tercio del municipio amaneció inundado y 800 viviendas se vieron afectadas. Durante el día de ayer, el temporal se fue extendiendo a lo largo de las cuencas de los ríos Genil y Guadalquivir, lo que obligó a muchas familias de municipios de Jaén y Córdoba abandonar sus casas ante la previsión de inundaciones.

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La lluvia cayó con fuerza ayer en toda la provincia, aunque las consecuencias más graves se concentraron esta vez en Écija (40.500 habitantes). El plan provincial de emergencia ante riesgo de inundaciones se activó a las 23.48 del lunes. A esa hora, el arroyo de Argamasilla y el río Genil ya habían empezado a desbordarse y el agua anegaba decenas de viviendas y locales del centro del municipio. La situación se complicó durante la madrugada y obligó a movilizar a 242 militares de la UME 300 guardias civiles y otro centenar de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, bomberos y voluntarios de Protección Civil.

Las autoridades recomendaron a los ciudadanos que se quedaran a cubierto en las plantas más altas de sus viviendas, dado el riesgo que suponían las maniobras de evacuación. Los vecinos se asomaban impotentes a los balcones de las casas para ver sus calles convertidas en ríos. Los de los pisos más bajos ya habían tenido que abandonar sus viviendas el lunes por la noche, en algunos casos, con el agua por la cintura. Entre los primeros afectados se encontraban seis pacientes del hospital de Écija, que se vio sitiado por el agua el lunes por la noche, lo que obligó a dar el alta precoz a cuatro enfermos y trasladar a otros dos al hospital de Osuna.

"No he visto llover nunca más fuerte que anoche". A Francisco Márquez, un vecino con muchos inviernos a cuesta, el paisaje de ayer le trajo a la memoria, como a casi todos en Écija, el que dejó otra gran inundación en diciembre de 1997. Tras aquellas lluvias se construyó un muro para contener las crecidas del Genil. La obra ha cumplido con su objetivo hasta ayer, cuando el agua empezó a colarse por donde ya no había muro. "La naturaleza busca lo suyo", reflexionaba un agente de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante un cruce de calles convertido en una inmensa piscina de agua y barro que cubría garajes, coches y mobiliario urbano.

CÓRDOBA La historia se repite

Como ocurrió en febrero, Córdoba vuelve a sufrir la crecida del Guadalquivir. Y de nuevo, los estragos afectan, sobre todo, a las urbanizaciones ilegales construidas en zonas inundables. Diez meses después de las últimas inundaciones y los larguísimos trabajos de limpieza, el agua volvió ayer a reclamar sus dominios. Y ante la crecida del río Guadalquivir, el Consistorio decidió desalojar las parcelaciones de Pilar de la Vega en Alcolea, Guadalvalle, la Altea y la parte más cercana al río de Fontanar de Quintos, en el entorno del aeropuerto. En total, se obligó al abandono de más de un centenar de casas.

Por la tarde, el agua ya estaba entrando en las viviendas. Fuentes municipales informaron de que ningún vecino había pedido ayuda ayer por la tarde para ser realojado, quizás porque muchas de las casas afectadas son segundas residencias. Y aquellos que las utilizan como vivienda habitual suelen tener familia en Córdoba que les acoge en estas situaciones.

Todos los ojos estaban ayer fijos en el Guadalquivir. A las 14.30 la Agencia Andaluza del Agua informó de que el caudal del río, a su paso por Córdoba, alcanzaba en ese momento los 1.800 metros cúbicos por segundo. En esta comunicación, la agencia aseguraba que la tendencia era a que el caudal del siguiera aumentando.

Otro pueblo cordobés que vivió ayer en vilo fue Palma del Río. Después de comprobar los estragos que el Genil había provocado en Écija (Sevilla) la noche anterior, se preparaban para lo peor. Andrés Rey, concejal de Seguridad del Ayuntamiento, dijo que la altura máxima del río alcanzado en Écija (7,5 metros) a las 7.30, llegó a Palma del Río sobre las 18.00. Pero finalmente, el nivel del Genil (que confluye con el Guadalquivir en este municipio) se niveló sin causar demasiados estragos. Y, a partir de entonces, el cauce empezó a descender.

No obstante, en Palma del Río volvieron a inundarse las zonas de huertas de La Granja y Pedro Díaz, como ocurrió con las lluvias de febrero y una decena de personas fueron evacuadas. Mientras, en las zonas del casco urbano más próximas al Genil, los vecinos se afanaban en tapiar las puertas de acceso a sus casas, en previsión de que llegasen las láminas de agua y algunos optaron por abandonar temporalmente las viviendas. En Santaella, los más de 100 litros de agua caídos durante dos días produjeron daños en viviendas e industrial del municipio, informa el Ayuntamiento en un comunicado.

JAÉN Otra vez Marmolejo

En Jaén, las situaciones más complicadas se vivieron en la comarca de Andújar, donde centenares de vecinos volvieron a revivir escenas de zozobra del pasado invierno a causa de la crecida del Guadalquivir. Esta circunstancia motivó el desalojo de un centenar de personas en las pedanías de La Isla (Andújar) y San Julián (Marmolejo) y se recomendó a los vecinos de Llanos del Sotillo que adoptasen medidas de precaución.

La Junta de Andalucía activó a media tarde la segunda fase del plan provincial de inundaciones en Villanueva de la Reina, Andújar y Marmolejo. El caudal era de 1.241,53 metros cúbicos por segundo en Marmolejo y el nivel del río Guadalquivir en Andújar se situaba en los 197,62 metros (a poco más de dos metros del nivel del puente en Andújar), lo que hacía temer inundaciones de mayor importancia si continúan las lluvias.

Como ya ocurriera el invierno pasado, los vecinos de esta comarca culpan a la presa de Marmolejo de las inundaciones, una situación que se viene repitiendo desde hace al menos 17 años. La presa de Marmolejo se terminó de construir en 1962 para la producción de energía eléctrica, pero su dique se hizo sin aliviaderos de fondo, por lo que solo evacua agua por las compuertas altas cuando hay crecidas. Se estima que cada año se acumulan 300.000 toneladas de barro por el efecto barrera que encuentra el río aguas debajo. La Agencia Andaluza del Agua tiene en marcha los trámites para iniciar el rescate de esta presa como paso previo a su demolición.

Otra consecuencia de este temporal fue la interrupción del tráfico ferroviario entre los tramos Andújar-Arjonilla (Jaén) y Puente Genil-Aguilar de la Frontera (Córdoba), que afectó a los trenes de Media Distancia convencional Jaén-Córdoba-Sevilla. Según explicaron fuentes de Renfe, fue necesario el transbordo de 18 trenes y a los viajeros fueron trasladados por carretera entre Jaén y Córdoba.

Por lo demás, el temporal mantiene paralizada la campaña de recogida de la aceituna aunque las organizaciones agrarias creen que estas precipitaciones son, en términos generales, positivas para el olivar, cítricos, cereales y otros cultivos. Falta evaluar, no obstante, el impacto de las fuertes rachas de viento y la tormenta de granizo caída en Jaén ayer por la tarde.

HUELVA El Odiel se desborda

Siete personas fueron rescatadas, entre ellas varios niños, de una vivienda que se había quedado aislada en la carretera que une Gibraleón con Peguerillas como consecuencia del desbordamiento del río Odiel.

Esta información ha sido elaborada por Reyes Rincón, Manuel J. Albert y Ginés Donaire.

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