El Banco de España cree que los inversores actúan como en 'manada'

El Banco de España lamentó ayer que los analistas y los inversores no conozcan con profundidad la información que se ha hecho pública sobre la banca española. Según fuentes de este organismo, buena parte de los expertos que se acercan hasta el supervisor no han analizado los resultados de las pruebas de resistencia realizadas en julio pasado. En su opinión, ningún supervisor europeo ha dado tantos datos desglosados de las entidades y si los estudiaran, no deberían creerse los rumores que circulan por el mercado.

En el Banco de España se explican la debacle bursátil de la banca española de principios de semana por el comportamiento manada de inversores y analistas. La clave para operar no es lo que piensa el experto, sino lo que él interpreta que opinan los mercados, dicen estas fuentes. Por esta razón, se pueden dejar llevar por los movimientos de los especuladores.

Trichet pide que los Gobiernos colaboren para solucionar la crisis

El Banco de España afirma que es el supervisor que más esfuerzo de transparencia y explicación de la situación ha hecho de toda Europa y Estados Unidos.

También lamenta que Irlanda haya empañado los resultados de las pruebas de solvencia a la banca, que demostraron la fortaleza del sistema español en su conjunto.

Ante esto, el supervisor asegura que mantendrá su firme apuesta por seguir siendo transparentes con el convencimiento de que en algún momento esa política tendrá efectos.

Respecto a las cajas de ahorros, el supervisor destacó el esfuerzo de reestructuración que ha permitido reducir el número de entidades de 45 a 17 en el año. No obstante, advirtió de que el deber del Banco de España es "seguir apretando" para que el proceso no pierda dinamismo. A partir del próximo 1 de enero empieza una nueva fase para las cajas que se han fusionado, en la que tendrán que gestionar el riesgo y la liquidez de manera conjunta y eficiente para ir reduciendo costes, a lo que contribuirán los ajustes en la red de oficinas y empleados.

Los responsables del Banco de España confían además en que las cajas de ahorros acudan a los mercados para captar capital en 2011, pero reconoció que los mercados de financiación en la actualidad están cerrados para todas las entidades que no sean de gran tamaño con independencia de su origen.

Según estas fuentes, la cerrazón de los mercados coincide con un mes en el que no suelen producirse emisiones de deuda, ya que en diciembre los inversores y las entidades se centran en el cierre del ejercicio, y la banca española goza de una buena estructura de financiación, pese a los vencimientos que afronta a más corto plazo.

Por otro lado, días después del mayor embate de los últimos siete meses contra la crisis financiera que asuela la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) volvió ayer la carga. Tras reanudar el jueves la compra de deuda -medida que alivió a las Bolsas y relajó la prima de riesgo-, el presidente de este organismo, Jean-Claude Trichet, desplazó la responsabilidad hacia los Gobiernos, a los que exigió su apoyo incondicional a los fondos de estabilidad.

"Animamos a los Estados a actuar tan lejos como les sea posible para dar así una respuesta proporcional a los desafíos", reclamó Trichet desde París. El francés adoptó un tono solemne a la hora de pedir a los países miembros que arrimen el hombro: "Es extremadamente importante que estemos a la altura de las circunstancias". Y concretó algo más cuando le preguntaron si los Estados debían aumentar la dote actual de 440.000 millones de euros para los Fondos Europeos de Estabilidad Financiera: "Tenemos que buscar la mayor efectividad posible, incluso si la cantidad que aportamos es arriesgada".

Trichet se permitió un juego de palabras con el término UEM (Unión Económica y Monetaria). "Nuestra responsabilidad [la del BCE] reside en la M de monetaria; la de ellos [los Estados] está en la E", dijo.

El presidente del BCE pidió sanciones casi automáticas para los países que incumplan sus compromisos presupuestarios en la UE, e insistió en que el reto para los Gobiernos es hacer creíble sus programas de ajuste y de reformas estructurales.

"Debemos sacar todas las lecciones de esta situación" y "la principal es reforzar la gobernanza económica de la zona euro" con "la vigilancia seria de las políticas macroeconómicas", señaló.