Los sindicatos de la Ertzaintza rechazan la reforma de Ares
Las centrales ven "artificial" el plan de modernización
Mucho tendrá que negociar el Departamento de Interior con los sindicatos si de verdad busca el acuerdo para poner en marcha el plan de modernización de la Ertzaintza. Las principales centrales colocaron ayer la primera piedra en el camino al rechazar la mayor parte de los cambios anunciados el miércoles en el Parlamento por el consejero, Rodolfo Ares. Erne, sindicato mayoritario en la policía vasca, los consideró insuficientes para eliminar el síndrome del quemado, mientras que ELA criticó que Interior apuesta por el modelo que rige en el Cuerpo Nacional de Policía, a su juicio "una mala referencia".
La central nacionalista fue la más contundente en sus críticas, al mostrar su oposición "al 90%" de un plan de reorganización, basado en la racionalización de recursos para sacar más agentes a la calle, que Ares quiere convertir en seña de su mandato. "Aboga por la centralización, lo que conllevará un alejamiento de los municipios y una reducción de plantilla", censuró el portavoz de la central, Rubén Espino, durante una comparecencia en Bilbao. Pese las discrepancias que ELA mantuvo con los anteriores responsables de Interior, Espino sostuvo que "nunca hasta ahora se había atacado de una forma tan total al modelo policial según el cual se creó la Ertzaintza".
"¿Quién rechaza tener la mejor policía", ironiza un sindicalista
La central nacionalista entiende también que la reorganización de comisarías, ideada para mejorar los tiempos de respuesta, deja entrever un modelo policial "reactivo, en vez de preventivo", así como una disciplina mecánica de trabajo, en detrimento de la resolución de los problemas de los ciudadanos. Tales argumentos, según Espino, generan "inseguridad" en los agentes por la movilidad que pueden suponer y porque la promoción interna se basa en datos estadísticos "artificiales".
De todos los cambios y previsiones de los que Ares habló en la Cámara, Espino solo mostró su deseo de que "se cumplan" los referidos a un posible final de ETA.
Erne no entró en el fondo de unas propuestas que descartó de antemano, al supeditarlas a dos retos mayores encaminados a invertir la desmotivación de la plantilla. Paar esta central, la solución de los problemas que sufre la Ertzaintza pasa por el desarrollo de la segunda actividad por edad y de la promoción dentro de una misma categoría, objetivos que no se alcanzarán si la negociación queda "ninguneada". "Lo demás son fuegos de artificio, ya que la situación es complicada y podría degenerar en un conflicto de dimensiones no cuantificadas", advirtió en un comunicado.
La visión que uno de sus portavoces aportó a EL PAÍS resultó más irónica. "¿Quién no está de acuerdo con tener la mejor policía? Para eso no hay que presentarla en el Parlamento o ante los sindicatos", señaló. El problema, a su juicio, radica en cómo llevar a la práctica propuestas que no pasan de mera "literatura o maquillaje".
Junto a las dos grandes centrales también opinaron al respecto las minoritarias. El Sipe puso en entredicho una "modernización" que limitó a instalar un ordenador en los coches patrulla, mientras que CC OO definió como "muy pobre" un plan que solo consiste, desde su punto de vista, en "marear la perdiz y cambiar las cosas de sitio".
Euspel se centró en las sospechas que le han generado algunas de las "extrañas" propuestas. "Nos choca el incentivo que se pretende otorgar a las jefaturas, cuando ya cobran un sueldo por su labor", concretó su presidente, Jesús Castelo.
Visión sindical
- Erne. Avisa de que si no se reconocen los méritos de los agentes para su promoción llegará el "caos".
- ELA. Critica la ruptura del modelo policial tradicional de la Ertzaintza, basado en la descentralización.
- Sipe. Limita el plan de modernización a una mera innovación tecnológica.
- CC OO. Considera "pobres" unos cambios, fruto de la improvisación, que no afectarán a la sociedad.
- Euspel No comparte, ante la crisis, que se incluyan incentivos a las jefaturas.
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