"CiU irá a Madrid a pedir limosna y volverá con el rabo entre las piernas"

Joan Laporta (Barcelona, 1962) fue la gran sorpresa del domingo. Su partido, Solidaritat Catalana per la Independència (SI), obtuvo, con el 3,2% de los votos, cuatro escaños en su primera aventura en las urnas. El partido fue constituido hace solo cuatro meses y dos días.

El ex presidente del Barça lideró una coalición de seis partidos de diferentes ideologías que solo tienen en común la propuesta de declarar la independencia de Cataluña. Una sombrilla que cubre formaciones tan disímiles como el Partit Socialista d'Alliberament Nacional dels Països Catalans (PSAN), de línea marxista, o Els Verds, ecologistas. Laporta promete quedarse los cuatro años en su escaño y sonríe cuando acepta que le "gusta" la idea de unos Països Catalans independientes. Su relación con Ciutadans, su compañero en el grupo mixto, se ofrece desde ya bastante hostil.

"Ni de derechas ni de izquierdas; estoy abierto a que me convenzan"

"Ciutadans busca cualquier excusa para alcanzar notoriedad"

Pregunta: ¿Estará en el Parlament los cuatro años?

Respuesta: Ese es el compromiso.

P. ¿En qué comisión le gustaría estar?

R. No sé cuáles hay que conformar. Soy muy versátil.

P. "¡Que n'aprenguin!" (¡Que aprendan!) fue uno de sus gritos el domingo. ¿Fue un mensaje para España?

R. Iba a dirigido a quien se sienta aludido. Pero la lectura española de nuestro éxito tiene que ser que hemos llegado a una situación insostenible en las relaciones con ellos, que la vía autonómica quedó liquidada con la sentencia del Estatuto y que los catalanes quieren un cambio radical.

P. Pero más allá de su triunfo, el independentismo perdió votos con el descenso de ERC...

R. Ha habido una gran decepción por el trabajo que han hecho en el tripartito y eso ha desmovilizado a alguna gente.

P. Su capital era más del medio millón de votos obtenido en las consultas soberanistas. Pero sólo obtuvo 100.000.

R. La lectura que hacemos es que el votante priorizó que no se repitiera el tripartito. El voto a CiU no tiene contenido, es solo una reacción política. Pronto sus votantes se darán cuenta de que solo irán a Madrid a pedir limosna para que después no se la den y vuelvan aquí con el rabo entre las piernas. Y además, los medios solo nos buscaron cuando triunfamos.

P. El domingo también gritó en favor de la libertad de los Països Catalans. ¿Va a por ellos?

R. No lo hemos debatido, pero creo que llegó la hora de escuchar a la corriente valenciana del PSAN de nuestro partido.

P. Pero lo menciona con frecuencia...

R. Me gusta la idea pero no queremos herir susceptibilidades. Eso sí, nos presentaremos en las municipales catalanas.

P. Hablando de valencianos, su número cuatro Isabel Clara Simó, dijo que en la campaña de SI se habló mucho de pasta, pero no de lengua. ¿Qué opina?

R. Estoy de acuerdo, pero al estar en crisis todos los focos estuvieron sobre el modelo económico. En SI lo que buscamos es la libertad y esto lleva implícitamente a la cultura y a la lengua.

P. En septiembre dos de los integrantes de la lista de SI por Girona amenazaron de muerte a Albert Rivera a través de Facebook. ¿Eso no hace difícil la convivencia con su nuevo compañero de grupo mixto?

R. Tras el incidente Rubén Novoa dejó nuestra lista voluntariamente, para no darle más relevancia al hecho. Él dice que fue un montaje y le creo. Yo no me rasgué las vestiduras cuando un impresentable de C's dijo que yo era un terrorista. Para su escasa popularidad buscan cualquier excusa para alcanzar notoriedad.

P. ¿Enemigos íntimos?

R. De enemigos nada ni de íntimos tampoco. Seremos dos grupos que no tenemos en común la ideología política. A Rivera lo respeto y tendremos que ejercer el arte de la política dentro del respeto y la naturalidad.

P. ¿Es de derechas o de izquierdas?

R. Estoy abierto a que me convenzan. El que n'aprenguin también se aplica a mí.

P. ¿Se siente una celebrity?

R. No. Me gustaría (risas).