"No tendría perdón privar a un chico de libertad a cambio de nada"
Carmen Balfagón es historia viva de la Agencia del Menor Infractor, un organismo fundado en 2004 por la Comunidad para ejecutar las medidas judiciales impuestas a menores y encargarse de la guarda de estos chicos. Balfagón tomó las riendas de la Agencia desde su fundación. Su trabajo es "conseguir que los adolescentes que delinquen se reeduquen y se reinserten".
Pregunta. ¿Qué ha aportado la Agencia del Menor en estos años?
Respuesta. Cuando se creó separamos a los chicos que cumplían medidas judiciales por cometer delitos de los que estaban por otras razones. Huérfanos, maltratados... La Agencia se ocupa de los primeros con su propio presupuesto (52.400.000 euros para 2011). Así se puede atender sus verdaderas necesidades.
P. Los centros donde internan a los menores, ¿son cárceles?
R. Sí. Porque están privados de libertad. Eso no quiere decir que no debamos aprovechar para ayudarles. No tendría perdón privar a un chaval de libertad a cambio de nada.
P. ¿Y para qué sirve internar a un adolescente en la cárcel?
R. No podemos permitir que los que cometen delitos estén fuera. Por dos razones: porque necesitan ser reeducados y porque tenemos que cubrir la seguridad de la sociedad.
P. ¿Son eficaces?
R. Un 90% de nuestros chicos no vuelve a delinquir. Lo puede decir el ministro Rubalcaba, porque yo misma pedí que nos evaluase. Impulsé un convenio con Instituciones Penitenciarias en 2008 para que se fiscalizase si las personas que ingresan en la cárcel habían estado antes en centros de menores. Somos la única Comunidad que se somete a este control. Así conseguimos conocer nuestra eficacia y que las cárceles tengan información de la persona que ingresa, que para eso ha habido un trabajo previo.
P. ¿Es necesaria una reforma de la Ley del Menor?
R. Lo necesario es que se escuche a los profesionales que trabajan con los chicos. A veces haría falta que un interno continuase más tiempo del que está sentenciado, para alcanzar los objetivos. También adelantaría la edad penal, si con ello conseguimos reeducar a chicos de 12 y 13 años que delinquen. Las normas deben adecuarse a las realidades sociales.
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