Al Madrid solo lo entiende Messina

Un día es un desastre en Bélgica, otro convence en la Caja Mágica y al siguiente se derrumba como un castillo de naipes en Las Palmas. Así se comporta el Madrid: intermitente, frágil por momentos, convincente a veces; desde luego, inescrutable. La del Insular es una cancha difícil, cuando no imposible, para muchos -el Gran Canaria suma ya 16 triunfos consecutivos en ella-, incluidos los grandes y especialmente el Regal Barcelona.

El Madrid se añadió a la lista de víctimas del bien elaborado sistema de juego que plasma la pizarra de Pedro Martínez (70-59). La cuestión es que las cosas no le iban del todo mal, ya que llegó al último cuarto con ventaja en el marcador: 41-46. Pero a partir de ahí el equipo de Ettore Messina se vio desbordado y encajó un demoledor parcial: 29-13. La defensa del Madrid no pudo frenar ni a Jaycee Carroll, el máximo artillero de la Liga ACB, ni a Taureen Green, el base ex campeón de la Liga Universitaria con Florida, que cumplía 25 años y lo celebró a lo grande: 15 puntos, cinco rebotes y siete asistencias.

Messina fue premonitorio, el pasado jueves, tras la espectacular victoria sobre el Olympiacos: "En este equipo talento no falta. Lo que nos falta es conseguir continuidad y aprender a controlar los partidos. Nuestro desafío es que un equipo tan joven juegue como un veterano". Queda por ver cuánto tiempo tarda en madurar ese equipo, por no hablar de que sobre el maestro recae una elevada cuota de responsabilidad en cualquier tipo de aprendizaje.

Por lo visto en el Insular, por lo acontecido en lo que va de temporada, mucho le falta al Madrid para lograr una línea de rendimiento al menos regular. En ausencia de Suárez, lesionado, su juego dejó ver unos cuantos agujeros negros: el marcaje a Green, ningún punto de Garbajosa con cuatro triples fallados, el uno de 11 en tiro de Sergio Llull, la floja dirección de sus bases, Prigioni y Sergio Rodríguez, y por supuesto su escasa producción en el ataque con solo 59 puntos y un 42% en tiros de dos y un 17 % en triples. Demasiados defectos.

Los pagó con su segunda derrota en la ACB, algo que, por sí mismo y a estas alturas de la película, tampoco resulta grave. Pero, añadido a los trompazos que se ha dado en la Supercopa y la Euroliga, lo convierten en un equipo cuanto menos sospechoso y al que, hoy por hoy, solo entiende Messina.

No fallaron los otros dos tenores de la Liga, que recibían a dos equipos del furgón de cola. El croata Barac sobresalió en la victoria del Caja Laboral ante el Menorca (79-61). Parece infinita la capacidad de reinventarse del conjunto de Dusko Ivanovic, que siempre acaba encontrando relevos importantes para las figuras que se le van, mayormente a la NBA, en este caso Scola primero y Splitter después. Barac sumó 21 puntos y capturó 13 rebotes.

También tuvo el Barcelona un jugador capaz de tapar agujeros, en este caso debido a las lesiones de Mickeal -se está tratando en Estados Unidos-, Navarro y Basile. Joe Ingles volvió a demostrar su asombrosa facilidad para adaptarse a un equipo al que acaba de llegar y anotó cuatro triples y 21 puntos en la victoria frente al Manresa (70-57). El Power Valencia continúa ganando parte del terreno perdido y, con Rafa Martínez y Javtokas como protagonistas, venció en la cancha del Lagun Aro (75-82). Se nota la mano de Svetislav Pesic.