PSOE y PSC pactaron polarizar la campaña en izquierda contra derecha

"Si queréis movilizar al electorado que en las elecciones generales vota pensando en el PSOE tenéis que hacer un giro rotundo y olvidar el discurso identitario". Este fue el consejo que un dirigente del PSOE dio a una representación del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en una reunión que se celebró en la calle Ferraz de Madrid, sede federal del PSOE, en el primer encuentro de ambas formaciones para hablar de la campaña catalana. Fue después del verano. Todos estuvieron de acuerdo en que el electorado clásico del PSOE estaba totalmente desmotivado.

En esa reunión, los socialistas españoles recomendaron a sus compañeros catalanes que el énfasis de la campaña debía ponerse en el contraste entre derecha e izquierda; en la defensa de las políticas sociales y en el objetivo indeclinable del PSC de apuntalar el Estado de bienestar en esta situación de crisis económica. Lo cierto es que los socialistas catalanes ya estaban en ese ánimo. La autonomía del PSC, asumida totalmente por el PSOE con mayor o menor convencimiento, les permite hacer su propia campaña aunque sí han compartido su estrategia con el PSOE. Los dirigentes estatales se pusieron a disposición del PSC para que decidiera la participación de quienes quisieran.

El PSC pidió desde el primer momento la presencia de Felipe González

El PSC, representado en esa reunión por José Zaragoza, secretario de Organización; Miquel Iceta, vicesecretario; Carme Chacón, ministra de Defensa y miembro de las ejecutivas de los dos partidos, reclamó a Felipe González, ex presidente del Gobierno, con gran predicamento entre los militantes y votantes del PSC. Durante la campaña han participado Alfredo Pérez Rubalcaba, Ramón Jáuregui, José Blanco y, desde luego, José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras esa reunión, en la que estuvieron por el PSOE José Blanco, vicesecretario general; Leire Pajín, entonces secretaria de Organización, y Gaspar Zarrías, secretario de Política Autonómica, en Ferraz recibieron por escrito esa línea argumental de la campaña. Hay distintas maneras de afrontar la crisis económica y sus consecuencias. "No es lo mismo lo que hace la derecha a lo que hacemos nosotros, la izquierda". Este era el hilo conductor del argumentario que han llevado a cabo todos los dirigentes del PSC y los visitantes del PSOE. Estos últimos, "sin el menor esfuerzo", señalan los interlocutores consultados.

Se trataba de situar a CiU y al PP, juntos a la derecha, con la permanente insinuación de que al final pactarán y de que sus políticas en nada se parecerán a las que haría un Gobierno presidido de nuevo por José Montilla.

Por supuesto, no había que hablar nada del Estatuto ni tampoco de ERC e ICV, socios de Gobierno. Pero sí reivindicar su gestión, según señalan los dirigentes que conocen el documento con guía del discurso general. "El ruido ha impedido que aflore ese pedazo de gestión que ha hecho Montilla", clamaba el ex presidente Felipe González, muy empeñado en diferenciar a la derecha de la izquierda en la defensa del Estado de bienestar.

"Menos identidad y más izquierda", es la traducción que hacen en el PSOE de las recomendaciones de sus compañeros, a las que se sumaron con entusiasmo. "Es lo que deberían haber hecho en los últimos siete años", señalan en el PSOE. En el PSC, en su descargo, dicen que fueron los ajustes y recortes del Gobierno de Zapatero los que les dieron la puntilla.