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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Huang Hua, el diplomático chino que apostó por EE UU

Educado por misioneros occidentales, fue intérprete de Mao

Cuando llegué a China, en 1979, Huang Hua, entonces ministro de Asuntos Exteriores, era entre mis compañeros de la Universidad de Pekín un símbolo de los nuevos tiempos que se avecinaban y que entonces nadie sabía cuán lejos llegarían. El veterano diplomático, que murió ayer a los 97 años en su casa de Pekín, formaba parte de la odisea que ligaba a quienes los chinos consideraban dos estandartes de mundos diametralmente opuestos: el ya fallecido presidente Mao Zedong y el escritor estadounidense Edgar Snow, cuyos libros los chinos admiraban y leían con pasión. En aquellos primeros años de cambio y esperanza, tras el caos de la Gran Revolución Cultural (1966-1976), Huang era el extraño espécimen empeñado en acercar a China y EE UU.

Visitó España en 1982, su último año como ministro de Asuntos Exteriores

Nacido en 1913, estudió en la pequinesa Universidad de Yanying, que regentaban misioneros estadounidenses. Allí se hizo con su arma más útil: el inglés, y allí conoció a Edgar Snow, con quien trabó una estrecha amistad. Cuando el periodista-escritor le pidió en 1936 que le ayudara a contactar con los líderes comunistas, Huang no se lo pensó dos veces y juntos se aventuraron hasta las cuevas de la norteña provincia de Shaanxi, donde se recuperaba el núcleo del Ejército Popular de Liberación que había sobrevivido a la llamada "larga marcha". Huang actuó de intérprete entre Mao y Snow, además de otros muchos dirigentes. De aquellas crónicas de guerra saldría el libro que hizo mundialmente famoso al escritor, Estrella Roja sobre China.

Volvió a hacer de intérprete entre Mao y Snow al final de los años treinta, y también acompañó y ayudó a muchos otros periodistas occidentales para hacerles entender la lucha revolucionaria. Entonces ya vivía en la zona rebelde y, como muchos de sus camaradas, había cambiado su nombre, Wang Rumei, por el de Huang Hua. Estrecho colaborador del mando comunista, fue también intérprete de la delegación estadounidense que visitó Yan'An -donde se había instalado el cuartel general comunista- para entrevistarse con Mao, cuando comunistas y nacionalistas, apoyados por Washington, se unieron para luchar contra los invasores japoneses.

Después, el "diplomático discreto", como fue descrito, logró sentar las bases de unas relaciones diplomáticas con EE UU que, en contra de las reticencias de los más radicales de uno y otro país, se oficializarían en 1979. En el más absoluto secreto, Huang Hua, que era embajador de China ante Naciones Unidas -la Asamblea de la ONU se pronunció en 1971 a favor del reconocimiento de República Popular de China en lugar de la China de Chiang Kai-chek refugiada en Taiwan-, se reunió con el secretario de Estado de EE UU, Henry Kissinger, y juntos organizaron el viaje del presidente Richard Nixon a Pekín, en 1972.

Huang Hua ya había participado en las conversaciones para poner fin a la guerra de Corea (1950-1953) y en la Conferencia de Ginebra de 1954. Estrecho colaborador del primer ministro Zhou Enlai, no escapó de las turbulencias de la Gran Revolución Cultural. La Guardia Roja de Mao le hizo, en 1969, abandonar su puesto como gobernador en Ghana para volver a China a trabajar en el campo. Pero un año después, la decisión de Snow de viajar a Pekín para entrevistarse de nuevo con Mao le permitió recuperar su antiguo trabajo de intérprete y acompañar otra vez al escritor en su último viaje por China. Snow ya se había exiliado en Suiza porque en EE UU le acusaron de procomunista y, Huang fue a visitarle a Ginebra poco antes de que muriera, en 1972.

Tras la desaparición del Gran Timonel, en 1976, se convirtió en ministro de Exteriores. En 1982, meses antes de su destitución al frente de la diplomacia china, visitó España y dejó bien claras unas líneas de política exterior que Pekín sigue manteniendo hasta el día de hoy. "China no es una carta ni para la Unión Soviética ni Estados Unidos".

George Bush saluda a su colega chino en la ONU, Huang Hua, en 1971.
George Bush saluda a su colega chino en la ONU, Huang Hua, en 1971.AP

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