Mascherano: suplente, y tan contento

El Barcelona tiene un porcentaje de posesión del balón tan elevado que cuando Javier Mascherano aterrizó en el Camp Nou no sabía qué hacer. Se ha pasado la vida sacando la escoba a pasear, barriendo el juego de los contrarios, rebanando balones. Pero en el Barça, a donde llegó este verano con 26 años, el balón casi siempre lo tiene el Barça. Y su tarea parecía un sinsentido. El técnico, Pep Guardiola, ha ido dándole minutos poco a poco desde que debutó, con más sombras que luces, ante el Hércules en la segunda jornada de la Liga. Y, por fin, ha encontrado su sitio.

"El sistema del Barça exige una alta participación en el juego. Yo no estaba acostumbrado a eso y es lo que tengo que aprender, mejorar y automatizar", decía tras un buen encuentro contra el Copenhague en Champions. El Jefecito progresa adecuadamente. Y ha sido titular en cuatro de los últimos cinco partidos. "Aunque la posición sigue siendo la misma, mi papel en el equipo cambia un poco respecto al que he practicado durante toda mi carrera", decía ayer para explicar sus dificultades de adaptación al fútbol culé.

El argentino no estaba acostumbrado al habitual 4-3-3 de Guardiola, pero, "al practicarlo cada semana, uno va puliendo detalles", opina. "El equipo tiene muchísimo tiempo el balón, de manera que desde mi posición tengo pocas oportunidades de interceptarlo; el trabajo defensivo es mucho menor. Y tengo que estar muy concentrado para aprovechar esas pocas opciones que tengo de cortar balones para que el equipo pueda seguir manteniendo la posesión".

El cambio no supone un problema para el argentino, que asume su suplencia con dignidad -"tengo bien claro que el titular es Sergio [Busquets]"-, del mismo modo que entiende la singularidad del equipo desde la admiración: "Más que ganar un partido o un trofeo, lo que hace diferente a este club es su manera de jugar. Este equipo tiene una marca registrada, una filosofía de juego, y si le ha ido tan bien no tiene por qué desviarse. Es la primera vez que estoy en un club en el que, aunque el resultado es importante, no cambiará su estilo por un partido o una victoria".

Aunque, a su llegada, Guardiola evitó colgar al capitán de la albiceleste el cartel de "suplente de Busquets", Mascherano es el primero que se sabe su sustituto en el campo (solo han compartido el once titular en un partido: contra el Copenhague en casa). "Trato de hacer las cosas de la mejor manera posible para que no se note su ausencia". Y nadie le desmiente: "Se ha adaptado poco a poco. Ya sabíamos que nos aportaría muchas cosas positivas. Pero delante tiene a todo un campeón del mundo", apuntaba el director deportivo, Andoni Zubizarreta, al término del encuentro contra el Panathinaikos, el segundo partido consecutivo en el que El Jefecito sentó a Busquets.