Un juicio con fuertes medidas de seguridad

Hoy, la Ciudad de la Justicia de Valencia está tomada por la policía. Policía y Guardia Civil despliegan un fuerte dispositivo de seguridad por el riesgo que supone el juicio a Antonio Santiago Santiago, acusado de matar a su suegro, Rafael Heredia. Dos familias de etnia gitana enfrentadas con la presunción de que de no poner los medios adecuados el juicio puede convertirse en una tragedia.

Antonio Santiago estaba casado con Luisa Heredia. El matrimonio tuvo tres hijos. Las desavenencias motivaron diferentes procedimientos en los juzgados de Violencia sobre la Mujer. Luisa acabó huyendo de su agresor y refugiándose en casa de sus padres. El conflicto entre yerno y suegro se agravó hasta el punto de que, como recoge la fiscalía en su escrito, Antonio Santiago "tomó la firme decisión de acabar con su vida [de Heredia]". Lo intentó en dos ocasiones. El 1 de mayo de 2008, a las 13.00, con una escopeta de cañones recortados, acudió a casa de los padres de su mujer. Mató al padre de ella a boca jarro. La fiscalía le pide 28 años de prisión.