BBK aterriza en una ciudad en crisis

La medianoche del 21 de mayo, los representantes del Cabildo de la Catedral, fundador de la centenaria Cajasur de Córdoba, habían sumado mayoría de votos para rechazar la fusión con Unicaja. En menos de dos meses, BBK se hizo con la entidad, después de que el Banco de España la sacase a subasta.

La Asamblea General de Cajasur votará hoy la cesión de sus activos a la entidad vizcaína. Comenzará definitivamente la aventura de BBK en tierras andaluzas. ¿Cómo se vive en Córdoba este hecho? De la incredulidad de los primeros días de la intervención, se ha pasado a un estado de expectativa por saber qué decisiones y qué rumbo tomará el futuro banco de la mano de BBK; esperanza porque la nueva firma logre animar el penoso estado económico de la ciudad y la provincia; y, por último, algo de miedo, debido al ajuste laboral que todos esperan.

Los sindicatos se enfrentan por el ajuste laboral previsto

Cajasur, con 18.000 millones de euros de activos, cuenta con una plantilla de 3.012 empleados, mientras que BBK, con 30.000 millones, cuenta con 2.430 trabajadores. El recorte parece inevitable. La tensión no ha parado de crecer entre los sindicatos. Por un lado, CC OO, que tiene una representación minoritaria, alerta de que los despidos podrían ser unos 900, mucho más de lo que preveía con la frustrada fusión de Unicaja (564). Aspromonte, el sindicato mayoritario (70%) y tradicionalmente ligado a las tesis del Cabildo, dice que la reducción será menor y calcula el ajuste en 480 empleados.

Mientras, lo que espera el tejido empresarial es que BBK comience a inyectar liquidez. "En primer lugar esperamos que la gran experiencia de la BBK ayude tanto a las pymes como a la reactivación y al reflotamiento del tejido productivo de la provincia que se ha visto enormemente mermado. Las empresas se han ido a pique", explica Luis Carreto, presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO). La Confederación ya ha conseguido acuerdos con el director general de Cajasur nombrado por BBK, José Carlos Pla, lo que despierta esperanzas entre los empresarios. Luis Carreto espera que la potente red de oficinas de Cajasur y la tradicional fidelidad de los clientes (empresarios o no), se mantenga.

Córdoba ha basado mucho su tejido productivo en la construcción, pero la crisis le ha golpeado de lleno y ha engordado el paro. Según la Encuesta de Población Activa de octubre, la provincia soporta un paro del 31,2%, el más alto de España.

En el momento de su intervención, la entidad cordobesa arrastraba 596 millones de euros de pérdidas oficiales en 2009 y 114 millones acumulados en el primer trimestre de este año. El Banco de España descubrió que, en realidad, la entidad cordobesa acumula 1.377 millones de euros en créditos morosos, aunque esa cifra podría estar ya más cerca de los 1.500 millones de euros.

Los números rojos no minaban solo a la entidad por dentro, sino a toda la sociedad cordobesa, debido a los recortes en la Obra Social de Cajasur y a la desaparición de numerosos convenios. Por eso, el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, de IU, y también ex consejero expedientado de la caja, está impaciente por la llegada de BBK. "Este parón está siendo muy negativo para la ciudad, sobre todo en el crédito familia y las pymes. Pero también se ha notado en el apoyo al deporte y a la cultura, que se ha quedado paralizado. Necesitamos que la BBK comience a darle vida a la ciudad. Y confiamos en su profesionalidad y modelo de entidad, porque creemos que encaja bien en esta ciudad", afirma.