"No somos una empresa sostenible. Ninguna lo es"
Sebastián Escarrer Jaume (Palma de Mallorca, 1966) está llamado a suceder a su padre al frente de la primera empresa hotelera española. Desde el año pasado no comparte con su hermano Gabriel las funciones de consejero delegado, ya que Sol Meliá ha optado por separar las funciones ejecutivas de las institucionales. "Somos innovadores en esto", dice la máxima autoridad del Gabinete Institucional y de Diplomacia Corporativa, "cuya principal misión es escuchar a los grupos de interés y gestionar la relación con ellos", y así seguirá cuando se haga cargo de la presidencia.
Convencido de que "sin sostenibilidad no hay turismo", el vicepresidente de la cadena hotelera define la sostenibilidad como la búsqueda de la dimensión social, cultural y medioambiental en todas sus actuaciones. "Es una cuestión de valores. Como empresa familiar que somos, nuestra misión es ver cómo podemos impactar en la sociedad. Y como empresa cotizada, demostrar a los accionistas minoritarios que la sostenibilidad es rentable, para que así nos elijan por nuestros valores". "Si no somos sostenibles nos estaremos cargando nuestra materia prima, la naturaleza", asegura.
"Díaz Ferrán solo ha velado por sus intereses, no por los de la industria"
Pregunta. Sin embargo, el turismo es un gran depredador de la naturaleza y el medio ambiente y tienen denuncias por ello. ¿Son ustedes sostenibles?
Respuesta. Sin duda, tenemos nuestra parte de huella, es un 5% para todo el sector de turismo y viajes, y un 1% para la industria alojativa, comparado con otras industrias no es nada. No somos una empresa sostenible. Hoy no creo que haya ninguna compañía que lo sea. Y por muy proactivos que seamos con nuestras políticas de responsabilidad social empresarial, siempre habrá casos reactivos. No hay una empresa perfecta. Lo importante es buscar la coherencia. Y sí queremos que uno de los valores que caracterice a Sol Meliá sea la sostenibilidad y que hagamos que los distintos stakeholders nos elijan por ello. Empezando por el cliente interno y los huéspedes. Pero nos queda camino por recorrer.
P. ¿Cómo han avanzado desde que en 2008 incluyeron esta materia en su plan estratégico?
R. Hasta donde yo sé, Sol Meliá es la única empresa que ha integrado la sostenibilidad en su estrategia y gestión y ha realizado las apuestas más fuertes en 2009 y 2010, los años de mayor crisis del sector turístico. Lo importante no es que hayamos incluido la sostenibilidad como criterio para fijar el 10% de la retribución variable de los directivos, sino que hemos reforzado nuestros compromisos a través de la nueva memoria de sostenibilidad, con la renovación de nuestra pertenencia al índice FTSE4Good Íbex de la Bolsa española, con la certificación como primera compañía hotelera de la biosfera por el ITR y con la adhesión al Global Compact de Naciones Unidas. Y aunque fuera impensable, hemos comprobado en los 10 primeros meses del año que el 40% de nuestros clientes consideran que la sostenibilidad es un elemento clave a la hora de elegir nuestros hoteles, ha sido a través de los programas de voluntariado como hemos conseguido fidelizarlos. Igual que al cliente interno, en plena crisis han salido los mejores indicadores de clima laboral, el 82% de la plantilla está comprometida con la sostenibilidad.
P. ¿Aun con menos inversión?
R. Las inversiones han caído en el conjunto de la empresa, también en sostenibilidad. La situación ha sido delicada para todas las empresas. Pero en 2011 esperamos que suban, llegar al nivel de un millón de euros en donaciones.
P. ¿Piensan recortar más su plantilla o ya es momento de contratar?
R. En 2011 seguiremos incorporando empleados a nivel global. En España esperamos que no haya nuevas reducciones, pero necesitamos una reactivación de la demanda y que vuelva a través del precio para que la rentabilidad no sea limitada. En España, la empresa hotelera difícilmente ha sido rentable en estos años. Y si eso nos pasa a nosotros, que somos los líderes, qué les pasará al resto.
P. ¿Es el coste de la guerra de precios?
R. España ha pasado de representar el 49% de los beneficios del grupo al 24% entre 2007 y 2010. Necesitamos volver a los cauces de la competitividad. No ha existido rentabilidad por el flaco favor que algunos empresarios han hecho a la industria negando la mayor y alargando la agonía del turismo.
P. ¿Se refiere a Díaz Ferrán?
R. A Díaz Ferrán y a Gonzalo Pascual, que solo han velado por sus intereses. No tienen capacidad de velar por un sector cuando solo se ocupan de sus concesiones. La primera industria nacional, el turismo, no ha tenido un plan de salvamento, como ha ocurrido con el sector financiero, el eléctrico, la automoción o las autopistas. La CEOE tiene que ser un mecanismo de representación del sector. No nos ha representado como debiera. Si no cambia, tendremos que pensar en otra forma de representación. -
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