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Reportaje:Empresas & sectores

Paradores viaja a La Meca

La compañía comercializa en el exterior su modelo de hoteles 'históricos'

Paradores, que ha convertido muchos palacios y castillos árabes en España en magníficos hoteles, dotados de todo lo exigible a un cinco estrellas, va a tener ahora la oportunidad de participar en diversos proyectos similares en la zona del Golfo Pérsico, en Arabia Saudí y el sultanato de Omán. Dispuestos a convertir sus edificios históricos, muchos en estado de degradación, en una red de modernos hoteles, escenificados, eso sí, sobre la mejor tradición local, ambos países han acudido a la firma hotelera española para que les apoye y asesore en la iniciativa.

Y no tanto por su experiencia de 80 años en la rehabilitación de edificios históricos para usos hoteleros, que también, sino porque, además, Paradores dispone de un modelo de explotación probado y exitoso en afluencia de clientes, facturación y prestigio de marca que el actual presidente, Miguel Martínez, llegado al cargo en 2008, ha decidido poner en valor con la creación de una nueva unidad de negocio, ahora a punto de inaugurarse. Su primer cliente será Arabia Saudí, país con el que firmó un convenio el 11 de noviembre. "Nos invitaron antes del verano", explica un portavoz de Paradores, "a trasladar allí nuestro modelo. Estos meses los hemos dedicado a estudiar el formato que adoptaremos como consultores en su proyecto". La Comisión Saudí para Turismo y Antigüedades, presidida por el príncipe sultán Bin Abd-al-Aziz, pretende abrir un mínimo de diez hoteles en una primera fase, ubicados en fortalezas y edificios tradicionales. Uno de los más grandes estará en las afueras de Riad, en un conjunto de palacetes.

Paradores ha acordado también los primeros términos de un contrato similar con el Gobierno de Omán. "Hemos firmado", dicen en Paradores, "un primer contrato para seleccionar los posibles edificios y estudiar la viabilidad de su conversión en hoteles". Arabia Saudí y Omán serán solo, esperan en Paradores, el principio de una serie de contratos en otros países. Uno de ellos en China, un proyecto en el que ya están trabajando. O Marruecos, cuyo Gobierno tiene la intención de rehabilitar algunas de sus casbahs (ciudadelas amuralladas) para crear una cadena hotelera al estilo de Paradores. También México y Argentina se han interesado por la experiencia de Paradores.

El interés por la conversión de edificios históricos en hoteles, con décadas de recorrido en Francia, Italia o el Reino Unido, se está disparando en todo el mundo debido a un cierto cansancio de los viajeros por la hotelería convencional, en torres de decenas de pisos o resorts a pie de playa, la expansión del turismo cultural y la necesidad de preservar el patrimonio. Huelga recordar que ha sido, sin duda, el descubrimiento de este nuevo nicho de mercado, a escala global, y la experiencia lo que llevó a la creación de una nueva línea de negocio en Paradores.

Aunque no es un mercado. Además de la existencia en Francia o Alemania de redes hoteleras (que funcionan como centrales de reservas para establecimientos independientes), en los últimos años han ido naciendo cadenas especializadas en hoteles en sitios históricos, muchas de ellas filiales de grandes grupos del sector. Incluso en países emergentes. La India ha convertido ya buena parte de los antiguos palacios de los marajás en hoteles de lujo que han sido entregados a cadenas: una de ellas es Taj Hotels, propiedad del poderoso grupo Tata.

En Paradores no ignoran esta competencia. Pero le restan importancia. Aun cuando reconocen que hay formatos como las pousadas de Portugal o los châteaux franceses, en la empresa apuntan que "no es lo mismo. Pousadas es una empresa privada, y los châteaux son hoteles independientes que comparten una central de reservas. Una empresa como la nuestra, con sus exigencias en materia de restauración y mantenimiento, solo puede funcionar siendo pública".

Otro posible obstáculo a la hora de expandirse en el exterior es la intención de Paradores de no involucrarse en la propiedad o la gestión de los establecimientos, lo que puede dejar el camino despejado a otros rivales. Pero el proyecto de la empresa se limita a una función de consultoría. "Nos tantearon, en algún caso, para que entráramos en el capital, pero no nos interesa gestionar hoteles fuera de España". La razón, dicen, es que "sus" fines como empresa "son atraer turismo a España y no al revés, llevar turistas a otros países". Además, la consultoría no exige inversiones (la empresa no anda sobrada de capital). "Solo vamos a invertir tiempo y know how a cambio de una tarifa por servicios".

Los servicios que prestará Paradores a la cadena saudí consistirán en localizar los edificios y certificar su idoneidad, asesorar en las tareas de restauración y adecuación a los usos hoteleros y en formar a cargos intermedios y directivos. Posteriormente se encargará de diseñar la línea de negocio de la cadena y hacer seguimiento de los primeros hoteles. Por estos servicios cobraría un mínimo de dos millones de dólares, cifra que puede subir según se añadan nuevos servicios, una facturación, explican en Paradores, "muy interesante, ya que nuestra cifra de negocio total no excede los 250 millones al año".

La empresa, que incrementará su facturación en torno al 3% este año (después de una caída del 2,7% en el ejercicio 2009), está tan entusiasmada con esta nueva línea de negocio, que ha acabado por adoptar una posición proactiva a través de la elaboración de propuestas concretas. "Estamos aprovechando las ferias turísticas o los encuentros bilaterales o misiones comerciales para ofrecer estos servicios", señalan en Paradores. -

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