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"Decían que tenían todos los permisos"

Urbancasa ocultaba que el Gobierno navarro había rechazado sus promociones

La forma de actuar de María Victoria Ferrer y Ángel Crespo, supuestos responsables de la estafa inmobiliaria de Urbancasa, que están siendo juzgados en la Audiencia de Guipúzcoa resultaba similar en la mayoría de los casos. Así lo pusieron de relieve 13 de los 44 afectados por las 27 promociones urbanísticas inexistentes que la empresa vendía en Guipúzcoa y en la Ribera de Navarra.

Los dos acusados ofrecían a sus clientes casetas levantadas sobre suelo rústico en Ablitas (Navarra) tras enseñarles un proyecto piloto. Los afectados desconocían que el Gobierno foral había denegado su construcción ya en diciembre de 2004 al considerar que la actuación debía realizarse en suelo urbanizable. Los clientes reservaban su parcela por 9.000 euros y adelantaban parte del pago. "Compramos una caseta rústica perfectamente equipada. Se asemejaba más a una vivienda que a una chabola", apuntó en la sesión de ayer de la vista oral uno de los estafados.

Los dos supuestos estafadores dieron cheques sin fondos a algunos clientes

Con el paso del tiempo, los compradores comenzaban a tener dudas sobre la operación. "Decían que todo iba a ir muy bien, que tenían todos los permisos", indicó otro de los afectados. La mayoría pedía que se le devolviera su dinero tras visitar las obras, que estaban paralizadas, o contactar con el Ayuntamiento de Ablitas. A algunos clientes, los acusados les reembolsaban parte de lo entregado y les daban un cheque sin fondos, con los consiguientes gastos bancarios que les suponía además a los afectados intentar cobrarlos.

Ferrer y Crespo ofrecían otra opción a algunas otras personas. Les aseguraban que si ponían más dinero para construir otras viviendas en Valtierra o Culebras (Navarra), en un terreno que pertenecía supuestamente a Ferrer, obtendrían en poco tiempo con su venta a nuevos clientes el dinero que habían entregado y un beneficio de 12.000 euros. Jamás ocurrió.

La mayor parte de los casos de la supuesta estafa se produjeron en la Ribera de Navarra. En la vista también declaró ayer un afectado en Urnieta, al que los acusados vendieron un local por 162.000 euros ocultándole que el Ayuntamiento había denegado la licencia de habitabilidad. Este hombre no ha recuperado ni un euro. "Quiero que me den el dinero", enfatizó.

También declaró ayer José Luis Taracena, quien confirmó que participó en la constitución de Urbancasa, aunque solo trabajó "puntualmente" ofreciendo contactos a Crespo en Francia o "llevando algunos clientes".

Taracena apuntó que colaboró para conseguir "a precio de coste" una casa en Ablitas, pero que, cuando escuchó su nombre en una conversación telefónica "con muchos gritos", pidió que le sacaran. Por ello, recalcó que era "una mera comparsa" y negó haber cobrado una comisión de 270.000 euros por la venta de unas casas en Francia. "Soy tan pardillo que no sé si en algún momento firmé algo", aseveró. La defensa anunció que emprenderá acciones legales en su contra.

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