"No hemos tenido motivación y nos han machacado"

Fiel a su responsabilidad en el cargo de seleccionador, Vicente del Bosque fue el primero en dar la cara para intentar explicar la abultada derrota en Lisboa. Apenas había pasado medio minuto desde el pitido final cuando el salmantino se encontró con el micrófono de las televisiones apuntando a su gesto contrariado. No hubo excusas ni paños calientes para una goleada que España no recibía en décadas. "Peor no podemos jugar", lanzó como una pesada verdad. "Hemos hecho un segundo tiempo muy flojo y no tenemos excusas. Hemos jugado muy abiertos y ellos se han encontrado muy cómodos al contraataque. Nadie quiere perder un partido así", sentenció.

La grada del estadio lisboeta todavía celebraba la gran victoria de Portugal mientras el técnico español y sus jugadores daban vueltas a la tunda que habían recibido. La segunda de tal calibre en apenas dos meses. El pasado 7 de septiembre, España viajó a Buenos Aires bajo la fanfarria de los grandes encuentros. En el estadio Monumental, Argentina le pasó por encima: 4-1. Ayer, en otro amistoso, fue Portugal la que sacó los colores a los campeones de Del Bosque. Tres amistosos ha disputado La Roja después del victorioso Mundial sudafricano y no ha ganado ninguno: dos derrotas contundentes contra Argentina y Portugal y un empate en el descuento frente al México en el estadio Azteca (1-1). España, eso sí, ha ganado cuando en juego estaban los puntos para la clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012: triunfos ante Liechtenstein, Lituania y Escocia.

2Interiormente, hay alqgo que nos traiciona en este tipo de partidos"

Del Bosque continuó con las explicaciones. Apuntó y nombró con claridad los fallos del equipo. "Estoy muy disgustado. No hay lugar a la disculpa a pesar de que el primer tiempo ha estado igualado. Hay que reconocer la superioridad del adversario. Hemos sido un equipo vulnerable. No hemos estado juntos. Quizá no hayamos tocado la tecla de la motivación y nos han machacado. Tenemos que poner todo de nuestra parte. Yo temía este partido porque la emoción y la intensidad es prioritaria para jugar y ahora la desazón es enorme. Todos somos responsables. Interiormente, hay algo que nos traiciona en este tipo de partidos. La intención es buena, pero nos desordenamos enseguida. En el vestuario había un silencio sepulcral y ahora lo que toca es hacer autocrítica. Hay que encarar el año que viene con otro talante", argumentó.

Con un semblante especialmente serio, el seleccionador hizo hincapié una y otra vez en su profunda decepción. "Es un revés de difícil explicación. No es normal perder por cuatro goles. La diferencia es que en Argentina el resultado no fue justo y no respondió a los méritos de ambos equipos, pero esta vez Portugal ha sido muy superior", reconoció.

La otra cara fue la de su homólogo portugués, Paulo Bento, muy satisfecho e ilusionado con una goleada con la que seguramente no soñaba. "Este amplísimo triunfo sobre el campeón del mundo aporta prestigio para nosotros", sacó pecho.

"Dentro de nuestras posibilidades de esfuerzo colectivo, hemos hecho un gran partido. Doy las gracias a todos los jugadores por el compromiso y la calidad que han puesto y que nos ha dado la victoria en dos partidos de clasificación europea y ahora ante España", recordó. "Este éxito no aporta puntos, pero es de los que aportan cohesión al grupo. Ahora espero que se mantenga este impulso", finalizó el técnico luso.

España se marchó cabizbaja. Portugal recuperó parte del orgullo extraviado en el Mundial. La selección española se dejó por el camino parte del prestigio tan brillantemente ganado.