Messi ya es argentino
Leo, criticado por su país en numerosas ocasiones, tritura a Brasil en el último resuello
Ya no hay margen de reproche para Messi, que a cada partido engrandece su leyenda. Argentina siempre dudó de su compromiso y calidad porque brillaba en el Barça y se fundía en la selección, porque se marchó del país de niño. Pero ya no le puede recriminar nada. Anoche, no cuajó un partido de aúpa ni inquietó en demasía al rival, pero se bastó para reventar a Brasil. Un zigzag y un gol en el último resuello. Un premio a su descaro, a su persistencia ante la incompatibilidad con sus compañeros, que prefieren el juego directo y mueven el esférico a un ritmo cansino. Messi como salvador, como martirio de Brasil, que es un esbozo de equipo porque apuesta por apropiarse de nuevo del balón, pero le sobra remate y carece de actores que construyan fútbol.
BRASIL 0 - ARGENTINA 1
Brasil: Víctor; Alves, Thiago Silva, David Luiz, André Santos; Lucas Leiva, Ramires (Jucilei, m. 85), Elías, Ronaldinho (Douglas, m. 72); Robinho y Neymar (André, m. 76).
Argentina: Romero; Zanetti, Nico Pareja, Burdisso, Heinze; Banega, Mascherano, Pastore (D'Alessandro, m. 70); Messi; Higuaín (Lavezzi, m. 46) y Di María.
Gol: 0-1. M. 91. Messi recibe un pase de Lavezzi, se interna en el área brasileña y ajusta el disparo junto al palo izquierdo de la portería de Víctor.
Árbitro: Abdala Balideh (Qatar).
Unos 49.000 espectadores en el estadio Khalifa, de Doha.
Brasil es un esbozo porque le sobra remate y carece de constructores de fútbol
No hay mejor noticia para Brasil que persiga de nuevo el jogo bonito, ADN del país más pelotero. Resulta que el fracaso en el Mundial frente a Holanda en los cuartos de final supuso el destierro de Dunga y su teoría del músculo, en la que primaban los resultados sobre el fútbol. Los jugadores han perdido masa corporal y diámetro de cuádriceps a cambio de pies más sensibles. Los centrales tienen salida de la pelota, los laterales enfilan el carril con atrevimiento y los trescuartistas son de fácil y vertiginosa asociación, de botas alegres. Chirrían, en cualquier caso, los dos mediocentros (Leiva y Ramires), escasos de toque, y Ronaldinho, que llegó a Qatar como reclamo publicitario, escaso de forma. Apenas se movió y ralentizó el juego por más que ejecutara jugadas de ensueño -un taconazo en el área que casi es gol y una ruleta-, posibles porque su calidad no ha tenido igual en la última década. Es un genio a cámara lenta frente a los movimientos eléctricos del imberbe y mohicano Neymar, de Elía y de Robinho. Aunque Argentina, con más sudor que otra cosa, aguantó el tipo.
Resulta que la albiceleste tiene veneno de medio campo para arriba. Corre que se las pela Di María, combina hasta con su sombra la figura emergente de Pastore y remata con fiereza Higuaín. Pero ninguno se entiende con Messi, que capitaliza todo el juego, situado de mediapunta y encargado de llevar la pelota arriba porque Banega y Mascherano se desgastan por completo en la destrucción, exigidos ante los sucesivos y reiterados desbarajustes de la primera línea. La zaga argentina, como ya ocurriera con Maradona, es el punto flaco: tiene piernas plomizas. Zanetti sufre para aguantar la posición (récord con 137 internacionalidades), Burdisso ni las ve venir y Heinze ya no solo corre con el trasero hacia fuera sino que le pesa. Y Pareja es un parche porque apenas juega partidos de nivel en Rusia, seducido por los petrodólares al marcharse del Espanyol al Spartak de Moscú. Pero a Messi, universal e infinito, trituradora por definición, tanto le dio. No tener la pelota ya le resulta una simple menudencia.
Leo no se midió a unos cualesquiera. Enfrente tuvo a David Luiz y Thiago Silva, dos centrales tan solventes como fiables que se complementan de rechupete. Luiz, con sentido táctico, es un rayo que corrige las posiciones de su zaga. Y Silva no pierde un pase, además de brillar en las tareas de marcador. Ellos anularon a Higuaín al principio, a Lavezzi después y a Di María siempre. Y con Messi casi lo consiguieron porque La Pulga, irregular y retrasado, poco entendido por sus compañeros y demasiado castigado por los rivales en lo que se presuponía un duelo amistoso, no participó demasiado en el juego. Suyas fueron, en cualquier caso, las dos mejores jugadas del partido -con permiso del larguero de Alves- y el premio gordo. Primero repartió el balón de lado a lado para que se lo devolvieran y rematar con un zurdazo que acarició la escuadra. Y después trazó un eslalon del círculo central al balcón del área, donde descontó a tres rivales y marcó tras un disparo cruzado entre las piernas de Thiago y lejos de las manoplas del portero. Messi ya es argentino.
Francia se reencuentra en Wembley
En el mismísimo Wembley. Francia recobró su fútbol frente a Inglaterra (1-2) en uno de los mejores escenarios y uno de los peores momentos de su historia futbolística. Tras el polémico Mundial, en el que no pasó de la fase de grupos y acabó tirándose los trastos con el técnico y la sociedad, el nuevo seleccionador, Laurent Blanc, ha dado una vuelta de tuerca al grupo que bien vale un poco del prestigio perdido.
Con la base de los mundialistas, que giran alrededor del estilista Gourcuff, Blanc ha retocado al equipo con jugadores descabalgados de Sudáfrica. Caso de Benzema, que se apeó a última hora y ayer reivindicó su titularidad en el ataque. Tiró una pared con Malouda y resolvió con la zurda, raso y ajustado al palo. Y caso de Nasri, que maneja el fútbol ofensivo del Arsenal junto a Cesc y ha regresado a la selección tras el ostracismo al que le sometió Raymond Domenech.
Inglaterra, por el contrario, sigue adormilada, mermada por las numerosas lesiones (Rooney, Cole y Terry, entre otros) y poco activada por los debutantes Carroll, Gibbs o Henderson. Si bien apretó de lo lindo en el último cuarto de hora, de nada sirvió el gol de Crouch. Valbuena ya había decidido. Francia ha vuelto.
EUROCOPA 2012: Grupo E: Finlandia, 8; San Marino, 0. Clasificación: Holanda, 12 puntos; Hungría, 9; Suecia y Moldavia, 6; Finlandia, 3, y San Marino, 0. F: Croacia, 3; Malta, 0. Clas.: Croacia, 10; Grecia, 8; Georgia, 6; Israel y Letonia, 4, y Malta, 0.
AMISTOSOS: Rumanía, 1; Italia, 1. Holanda, 1; Turquía, 0. Suecia, 0; Alemania, 0. Rusia, 0; Bélgica, 2.
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