"El ciclismo necesita diálogo"

El caso Contador es un tema inevitable desde hace más de un mes. Foro en el que hay algún representante del deporte español, pregunta que salta sobre el tres veces ganador del Tour. Que si es el mejor ciclista español, que si tiene derecho a la presunción de inocencia, que cuánto más se alarga el proceso, que todo es muy extraño, que el daño ya está hecho... También ayer en Mérida, en las Jornadas Anuales de la Asociación de Deportes Olímpicos. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, no quiso entrar directamente en el asunto -"no conozco el informe de la UCI y no lo quiero conocer", dijo quien también es vicepresidente de la Agencia Mundial Antidopaje y que, como español, está obligado a mantenerse al margen del asunto-, pero sí volvió sobre el drama que vive el ciclismo en los últimos años. "Llevo tiempo pidiendo una gran sentada en el ciclismo, un diálogo entre todos los implicados, y no se ha producido", explicó el máximo responsable del deporte español.

Para Lissavetzky, que pronunció estas palabras ante buena parte de los presidentes de federaciones olímpicas, entre ellos el de ciclismo, Juan Carlos Castaño, el problema es que "en el tema del dopaje en el ciclismo se oye más el ruido que la música", lo que debería empujar a todos los actores a reflexionar sobre el futuro de este deporte. Sobre la dureza de algunas carreras, sobre las consecuencias del goteo de positivos, pero también sobre el pasaporte biológico, que "es eficaz, pero no está cuajado". Lo que sí quiso dejar claro es que España no tiene un problema especial con el dopaje. "En los últimos años han sido sancionados 11 ciclistas españoles y 10 italianos", recordó.

Sentado a su lado, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, había criticado minutos antes a los que condenan a Contador, "uno de los deportistas de referencia del deporte español". "Él dice que no se ha dopado y yo le creo. Ahora empieza el momento de la verdad y hay que apoyarle", concluyó.