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Expedientada la sala KGB tras una redada por tráfico de drogas

Los vecinos recogen firmas y piden al distrito que cierre la discoteca

Blanca Cia

La redada conjunta de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana el pasado mes de octubre en la sala KGB por tráfico de drogas ha derivado en la apertura de un expediente administrativo por parte del distrito de Gràcia. Que el expediente acabe en una orden de clausura es lo que esperan los vecinos de esa tranquila zona de Gràcia. Portavoces del distrito señalan que algo así dependerá de lo que concluya el informe de los Mossos y de lo que aleguen los responsables del local.

La operación policial se realizó el pasado 22 de octubre: fueron detenidas seis personas y se intervinieron diferentes tipos de sustancias, como hachís, cocaína y pastillas. En total, se abrieron 23 actas de intervención de drogas. En el momento de la entrada el aforo era de unas 200 personas, algún menor entre ellas.

El gerente del local niega ser responsable de lo que consuma el público en la sala

"Es que llueve sobre mojado", resumen vecinos de la zona que se movilizaron hace unos meses y recogieron 400 firmas para instar al Consistorio a que actuara. Las quejas principales eran ruidos a altas horas de la madrugada, consumo de drogas y vandalismo, además de suciedad en las calles del entorno de la discoteca. Estos problemas también fueron motivo de quejas hace años y acabaron en 2006 con el cierre de la sala por tres meses.

El problemático encaje de la discoteca en una zona densamente poblada se ha planteado en más de una ocasión en las sesiones del distrito y ha sido objeto de preguntas de CiU. La última de ellas, después de la redada de los Mossos. "Entendemos que después de todo lo que ha pasado, solo queda el cierre", explica el consejero de CiU, Víctor Cullell. La opinión es compartida por el presidente del distrito, el republicano Ricard Martínez, responsable político de Gràcia en 2006 cuando la sala fue cerrada durante un tiempo: "entonces llegamos a un compromiso con los administradores para que extremaran el control de lo que pasaba de puertas afuera para evitar molestias a los residentes. Está claro que no lo cumplen".

"Las noches de los jueves eran las más conflictivas", apuntan Xavier Casals y Lluís Prims, dos de los vecinos que recogieron firmas contra la sala. Esa misma percepción tienen en un bar cercano al KGB: "eran jóvenes de movimientos alternativos que solían hacer bastante follón". Eso es lo único que reconoce el gerente de la sala KGB, Lluís Lloret. "Hace tres semanas que se ha cambiado la programación y los jóvenes de esos grupos ya no vienen. Precisamente se ha modificado para evitar problemas en la calle", argumenta. El gerente niega que el cambio de la música que se programa -la de ahora dirigida a treintañeros y la de antes a jóvenes de 20- tenga que ver con la redada. Todo lo contrario sostienen los vecinos: "lo han hecho para convencer al distrito de que a partir de ahora se van a portar bien. Como ya hicieron hace cuatro años con el resultado que todos conocemos", apunta Casals. La sala también ha sido inspeccionada recientemente por el cumplimiento de la normativa de incendios: "hemos hecho lo que nos indicaron", asegura el gerente del KGB.

Pero en lo que es más beligerante es en que la redada policial le cueste una sanción o el cierre: "Que encuentren drogas entre las personas que estaban dentro en aquel momento no es cuestión nuestra. Eso puede pasar en muchos bares de la ciudad y no los cierran". Todo depende del rasero. Hace un año, el bar Mendizabal de Ciutat Vella estuvo precintado porque en la terraza se fumaban porros.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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