La fiscalía cree que el cura de Vilafamés puede destruir pruebas
La Fiscalía de Castellón interpuso ayer un recurso ante el juzgado de instrucción número dos de Castellón contra la decisión de la juez de dejar libre al párroco de Vilafamés, Rafael Sansó Riera, detenido el miércoles pasado e imputado por un delito de distribución de pornografía infantil y puesto en libertad sin fianza el pasado viernes. La fiscalía considera que el cura podría destruir pruebas de la comisión del presunto delito que se le imputa, después de que la Guardia Civil localizara en su casa más de 21.000 archivos de contenido pedófilo. Esto también obstaculizaría, o incluso impediría, el desarrollo de la investigación, que aún no está cerrada. Además, la fiscalía considera que, dado que el párroco llevaba mucho tiempo con esta práctica, existe la posibilidad de que reincida en el delito.
El cura fue detenido el miércoles y, tras ser interrogado y después de que encontraran en su casa los archivos, que ocupaban 600 gigabytes, la juez lo puso en libertad con obligación de comparecer cada 15 días en los juzgados.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, la base para la puesta en libertad del párroco fue que tiene arraigo social, domicilio conocido y que no se le percibía intención de eludir la acción de la justicia. Además, las penas por las que podría ser condenado, entre cuatro y ocho años de cárcel, no son lo suficientemente elevadas como para determinar el encarcelamiento provisional.
La fiscalía ya mostró el viernes la diferencia de criterio respecto a la decisión de la juez, que ayer materializó en el recurso.
En un convento
La alcaldesa del municipio castellonense de Vilafamés, Luisa Oliver, informó ayer a Efe de que el párroco abandonó el municipio el sábado sin despedirse de sus feligreses ni dirigirse a ellos, aunque sí que pidió disculpas por lo sucedido a "las dos o tres personas que le han llamado por teléfono".
El cura abandonó el municipio con la ayuda de "un cura que le ayudó a recoger la ropa", según indicó la alcaldesa, quien cree que se dirigió primero a Manacor (Mallorca), de donde es natural y donde residen su padre y su hermano, y que "iba a recluirse en un convento de esa zona" después de que el Obispado de Segorbe-Castellón decretara la suspensión cautelar en todos sus cargos.
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