Escalada de multas en Valencia

Los radares instalados en los túneles de la M-30 en Madrid son los responsables del 80% de las multas en la capital. Y Valencia se parece cada vez más a la capital madrileña. Los radares móviles del servicio de Tráfico del Ayuntamiento de Valencia no paran de imponer sanciones en cuanto se superan los 60 kilómetros por hora. Las pilladas se dan en los túneles y las rondas, por donde los vehículos corren más.

El recorte presupuestario aprieta el zapato de los alcaldes y las multas son una fuente de ingresos segura.

Desde septiembre es común entrever camuflado en la medianera del túnel de Ademuz a un agente de la Policía Local, sentado en una hamaca junto a un radar móvil. Desde allí avisa a una patrulla colocada unos metros más allá para notificar la falta al conductor. En ese punto en concreto de la ciudad han caído decenas de conductores que circulaban a más de 60 por hora.

Pero hay más puntos calientes en la capital. Los medidores se colocan, sobre todo, junto al túnel de la avenida del Cid, o en las principales rondas de Valencia, por donde se circula habitualmente a velocidades por encima de lo establecido. A los 300, 400 e incluso 500 euros de multa se añade la retirada de puntos del carné de conducir.

La presión policial se ha doblado y los radares móviles cambian de lugar varias veces en el mismo día. "Se están poniendo multas en lugares donde antes jamás se habían puesto", reconocen los policías. La plantilla policial se ha reforzado y la expedición de sanciones, también.

El cobro de las multas se ha agilizado en los últimos tiempos. Si la oposición se quejaba hace un tiempo de la gran cantidad de multas impuestas y de las pocas que se lograban cobrar, ahora se da el caso contrario. El número de sanciones no es tan grande, pero de inmediato se procede al embargo.

El concejal socialista Juan Ferrer denunció hace unas semanas que el Gobierno local preveía recaudar este año por multas de tráfico unos 20 millones de euros, un tercio más que el año pasado.