La reanudación del juicio del 'caso Malaya' se aplaza hasta diciembre
El tribunal encargado de enjuiciar el caso Malaya contra la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella (Málaga) ha decidido retrasar la reanudación del juicio hasta el 13 de diciembre para que el fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero pueda presentar sus informes en otro gran juicio, el caso Ballena Blanca contra el blanqueo de capitales.
Estaba previsto que las sesiones de Malaya se retomaran el 22 de noviembre, pero el fiscal pidió más tiempo para terminar su trabajo en Ballena Blanca. Rocío Amigo, abogada del principal imputado de Malaya, Juan Antonio Roca, también había reclamado un poco más de tiempo para preparar la defensa de su cliente.
El cambio de fecha da más tiempo a la sala para terminar de redactar el auto en el que resolverá parte de las cuestiones previas planteadas por los abogados de los 95 imputados. La resolución se dictará el 13 de diciembre y no entrará en temas de fondo. Muchas de las cuestiones quedarán supeditadas a la marcha del juicio.
Romper el ritmo
El presidente del tribunal, José Godino, no quería que el juicio se retrasara hasta enero de 2011 para no romper con el buen ritmo de las primeras sesiones.
Para sorpresa de todos, los letrados despacharon sus cuestiones previas, trámite en el que se plantean los defectos de la instrucción, en apenas diez días. La mayoría solicitó la nulidad total o parcial del proceso alegando que se han vulnerado los derechos fundamentales de sus clientes al pinchar sus teléfonos, por la forma en la que fueron detenidos o interrogados.
El fiscal pidió que todas las cuestiones fueran rechazadas. Aseguró que la instrucción fue "correcta desde el plano jurídico" y distintos tribunales la avalaron con sus resoluciones. "El Estado de Derecho ha estado siempre presente", dijo.
El juicio se ordenará en bloques y los imputados sólo tendrán que asistir a las sesiones que les afecten. El primero, centrado en el blanqueo de capitales, analizará la operación Crucero Banús. Se trata de la compra y posterior venta de una parcela con un "enorme aumento de edificabilidad" con seis millones de euros de beneficio. En el negocio, gestado en 2001, participaron Roca, el ex primer teniente de alcalde Pedro Román, Florencio San Agapito y el abogado Juan Hoffmann.
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