Buffalo Bill se lía a tiros en Barcelona
Jordi Solé novela la estancia real del personaje y su 'Wild West show' en la ciudad en 1889-1890
¿Se abrió paso a tiros el gran William Cody, Buffalo Bill, en un burdel en la falda del Tibidabo para rescatar a una sioux que actuaba en su Wild West show y era hija ilegítima de Caballo Loco? Seguro que no. Pero como resulta que mucho de lo que hizo el legendario héroe del Lejano Oeste durante su estancia real en Barcelona entre noviembre de 1889 y enero de 1890 se desconoce, el margen para imaginarse cosas es enorme, e incitante.
Ponerse a inventar es lo que ha hecho Jordi Solé (Sabadell, 1966) en su novela Barcelona Far West, aparecida en catalán en ediciones Pàmies y que también tiene previsto publicar en castellano. La novela se lee con interés no solo porque está muy bien documentada en todo lo referente a la visita de Buffalo Bill y porque Solé ha resucitado minuciosamente la Barcelona de la época, sino debido a que los personajes -verdaderos e inventados- son muy humanos y resultones, y sus peripecias, entretenidísimas. Destacan los cameos de gente como Gaudí, Isaac Peral o Ramon Casas, que aparece en tándem por el paseo de Gràcia. Por no hablar de Lluís Millet...
Destacan los 'cameos' de Gaudí, Ramon Casas y Lluís Millet
El protagonista, con permiso de Cody, por supuesto, es un ficticio aprendiz de periodista -hoy diríamos un becario- al que el redactor jefe del Diario de Barcelona le dice la frase con la que todos hemos soñado: "Sal a la calle y tráeme una entrevista con Buffalo Bill".
Las circunstancias provocan que Pol Vidal, el joven, se introduzca -y nosotros con él- en el entorno de Cody hasta casi ser uno más de la abigarrada troupe de pieles rojas, cowboys y mexicanos del Wild West show.
"La estancia de Buffalo Bill está rodeada de bulos y leyendas", explica Solé -autor también de una notable novela histórica sobre Cesarión, el hijo de Cleopatra y Julio César- en el saloncito del hotel Cuatro Naciones, en la Rambla, que fue donde se alojó Cody (y donde lo hicieron en otras ocasiones Stendhal, Chopin y ¡Ulyses S. Grant!). "Es falso que fueran secuestrados dos niños y se acusara a los indios del show, y tampoco es cierto que murieran aquí pieles rojas y fueran enterrados. El que sí falleció en Barcelona, de muerte natural, fue el coronel Frank Richmond, el jefe de pista, que fue embalsamado y enviado a EE UU (Solé se inventa una muerte más dramática). La especie de que Buffalo Bill visitara a un dentista y este se quedara como pago la muela que le extrajo también resulta demasiado bonita para ser verdad.
El autor señala que le parecía que había un material estupendo en la visita de Cody para una novela negra y diseñó "una historia de ficción para que cupiera perfectamente en la historia real". Afirma que prácticamente todo lo relacionado con Buffalo Bill, como su divismo y su obsesión por estar a la altura de su propio mito, es auténtico, "aunque en sus días en Barcelona había suficientes resquicios para meter mi argumento", añade. Solé se ha documentado escrupulosamente. Una aportación fundamental ha sido Aquell hivern... el estupendo librito de Jordi Marill (Olañeta, 1998) que es la obra de referencia sobre las cinco semanas que Cody estuvo en la ciudad.
El autor de Barcelona Far West cree que en realidad el aventurero se aburrió mucho en Barcelona, que le pareció mucho menos interesante que las metrópolis en la que solía presentar su espectáculo. La novela revive la colorista llegada en barco de los integrantes del show, caballos y bisontes incluidos, la gran parada por las calles y el propio espectáculo, descrito con gran detalle. La fama de mujeriego de Cody la utiliza Solé para imaginarle un affaire en Barcelona, aprovechando la visita histórica esos mismo días de una famosa médium.
La entrevista en Barcelona, que es el McGuffin de la trama, en realidad no se realizó nunca, ¡qué pena!
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