La deuda es la protagonista
La Bolsa pierde el 1,93% arrastrada por los problemas del mercado de bonos
La crisis de la deuda soberana se ha reproducido con fuerza en la eurozona en los últimos días, esta vez ante el temor al posible incumplimiento de Irlanda de sus compromisos de pago. Como ya sucedió el pasado verano, los problemas se contagiaron al resto de los países periféricos y la deuda española, y la Bolsa, se vieron inmersas en fuertes corrientes vendedoras ante el aumento del riesgo país.
La rentabilidad del bono español a 10 años subió hasta el 4,66% ante la fuerte caída de los precios en el mercado secundario de deuda, lo que hizo subir el diferencial con Alemania hasta 223 puntos básicos, prácticamente el mismo nivel que alcanzó en la anterior crisis.
Al igual que en aquella ocasión, las ventas a corto han sido las protagonistas de la crisis, tanto en deuda como en renta variable, y han provocado los mismos efectos.
El Ibex 35 llegó a caer en la sesión del pasado viernes a un mínimo intradía en 9.891,00 puntos, aunque el nivel de muchas cotizaciones llegó a ser tan atractivo que provocó la recuperación hasta los 10.226,80 puntos del cierre. Aun así, el Ibex 35 ha perdido en esta semana el 1,93% y suma ya tres recortes consecutivos, en los que acumula una caída del 6,39%.
Los valores bancarios, en los que las posiciones vendedoras a corto plazo son más evidentes, han sido los protagonistas destacados de los descensos, llegan do BBVA a perder el nivel de los ocho euros en la sesión del viernes y Banco Santander frenó su caída en 8,02 euros. Las acciones de Banco Popular llegaron a cotizar a 4,05 euros en esa sesión, pero la posterior "caza de gangas" hizo que entre los 10 valores con mayores subidas del día figurasen ocho bancos.
Los indicadores económicos publicados en esta semana han quedado relegados a un segundo plano por los problemas con la deuda soberana y la reunión del G-20 de la que, finalmente, no ha salido apenas nada positivo.
Las declaraciones llegadas desde Alemania sobre una posible quita en la deuda de algunos países en caso de impago, fue uno de los detonantes de la crisis, que no se aplacó, ni mucho menos, cuando se dijo que la UE estaba preparada para ayudar a Irlanda, si hacía falta. La velocidad con que se toman decisiones en los mercados apenas dio tiempo a escuchar a los responsables de las finanzas irlandesas, que aseguraron tener cubiertas sus necesidades financieras para unos cuantos meses, lo cual restaba importancia a la supuesta incapacidad de acceso a los mercados. La corriente vendedora en los mercados de deuda cesó el pasado viernes y dio lugar al proceso contrario, con lo que el diferencial entre la deuda española y alemana a 10 años cayó 19 puntos ese día, en parte por el descenso de nueve puntos básicos de la rentabilidad española y, también, porque la retirada de beneficios en deuda alemana hizo subir su rentabilidad en 10 puntos básicos. -
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