Guía para adictos al taxi
De Delhi a Zúrich, los taxistas de cien capitales enseñan en Internet sus tarifas
Max: "¿Por qué no me matas y consigues otro taxista?". Vincent: "Porque tú eres bueno. Estamos en esto juntos. Destinos entrelazados. Coincidencia cósmica". En Collateral, la película de Michael Mann que cuenta una larga noche de muertes compartidas por un taxista (Max, interpretado por Jamie Foxx) y el elegante asesino a sueldo Vincent (Tom Cruise) en las calles de Los Ángeles, cada parada del taxi cuesta una vida, pero ¿sabe cuánto le costaría a usted una carrera real de taxi en Los Ángeles? ¿Y en México, El Cairo, Bombay, La Habana o San Petersburgo?
Taxímetros sin fronteras
El término taxi es universal, aunque sobre su origen hay diferentes opiniones: para unos viene del verbo latino taxare (evaluar, estimar); para otros, del patronímico Von Taxis, familia alemana de origen italiano (Tasso) a la que Carlos V concedió el monopolio de los coches de postas. En Noche en la Tierra (1991), una de las mejores películas sobre taxis y taxistas (se han rodado más de 400 alrededor de este tema), el cineasta estadounidense Jim Jarmusch viaja por todo el planeta a bordo de cinco taxis que recorren las calles nocturnas de Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki. Algo parecido han hecho en Price of Travel (www.priceoftravel.com), un portal repleto de consejos para llegar más lejos gastando menos: elaborar una lista de 100 capitales de todo el planeta con los precios de sus taxis, tomando como referencia un recorrido de tres kilómetros.
Si la curiosidad le puede, sepa que, según esta web, la carrera más barata la encontrará en Delhi (la India), con un rango de precios entre 64 céntimos y 1,14 euros, y la más cara, en Zúrich (Suiza), entre 13,12 y 17,49 euros. Barcelona (entre 6,25 y 7 euros) y Madrid (entre 5 y 7 euros) ocupan los puestos 44 y 46, con tarifas muy similares a las que cobran los taxistas de Nueva York, en la posición 47 del ranking: entre 5 y 8,66 euros. Ah, en la Gran Manzana no se olvide de dejar propina (un 15% o un 20%), sobre todo si el taxista si llama Travis, como el desquiciado veterano de Vietnam interpretado por Robert de Niro en Taxi driver (1976), de Martin Scorsese.
Salir corriendo
"Hay un modo infalible para reconocer a un taxista en cualquier parte: es esa persona que nunca tiene prisa", escribió en una ocasión Umberto Eco. La mala fama que arrastran algunos taxistas (en España, cada vez menos) se ve reflejada en una lista de las 10 peores ciudades para coger un taxi elaborada por Forbes (www.forbestraveler.com), con recomendaciones para evitar ser estafado en la tarifa o, peor aún, atracado o asesinado por el conductor. Una lista negra que encabeza Lagos (Nigeria), seguida por Nápoles, Caracas, Moscú, São Paulo, Ciudad de México, Bagdad, Bangkok, Manila y, en última posición, Nueva York.
Priceoftravel.com también le dedica un apartado al scam, los chanchullos de los taxis de aeropuerto -taxímetros trucados que más que correr vuelan, taxis piratas, conductores que te llevan por la scenic route (el camino más largo), robo de maletas...-, con recetas para salir bien parados de la carrera.
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