Las cajas ampliarán su capital en Sacyr mientras planean desinversiones en Galicia

La estrategia de las cajas de ahorros, en pleno proceso de venta de activos, parecía ir en una única dirección hasta ayer, cuando anunciaron que van a apuntalar las cuentas de Sacyr Vallehermoso. Es una de las lecturas que hacen fuentes financieras sobre la ampliación de capital propuesta por el grupo constructor, que está participado por un puñado de entidades españolas, entre las que se encuentran las dos cajas gallegas y otras, como Unicaja, Caja Murcia y Caja Ávila.

Caixa Galicia y Caixanova han dicho que asistirán a la ampliación, que se articula mediante la emisión de nuevas acciones a un valor de un euro con una prima de emisión de 3,5 euros. Caixanova tiene de manera directa e indirecta (a través de la sociedad Participaciones Agrupadas, de las cajas de ahorros), el 5,96% de los derechos de voto. Con el 3% que Caixa Galicia posee a través de su brazo industrial, CxG, ambas suman casi el 9%.Si amplían capital para mantener sus posiciones actuales, matemáticamente deberían desembolsar 36 millones, pero ayer ninguna caja quiso confirmar oficialmente este extremo. La operación podría ser de un importe sensiblemente menor, porque el grupo dirigido por Luis del Rivero ha avanzado el compromiso de los accionistas de aportar algo más de la mitad, 232 millones, que se suman a 98 garantizados por terceros.

Las cajas abordan la operación después de solicitar 1.164 millones del fondo de rescate habilitado por el Banco de España, y con el mandato de deshacerse de 12.000 millones en activos.

Su último movimiento conocido, frustrado por la intervención de la Xunta, estuvo en el intento de venta de los paquetes que ambas siguen manteniendo en Reganosa. Caixanova, por su parte, retrocedió posiciones en R e intentó hacer lo mismo con el Banco Gallego, mientras que Caixa Galicia firmó en el primer trimestre del año la venta de sus acciones en Galp. Ahora ambas necesitan reforzar los balances, por lo que han encargado a un banco internacional que busque inversores dentro y fuera de España. La venta de una parte de la red de oficinas es, según fuentes próximas a las cajas, lo que más les preocupa en estos momentos. "Y las desinversiones no se van a hacer a cualquier precio", opina uno de los consejeros. Sin embargo, no deja de sorprender el consenso que ha suscitado la inyección de capital en circunstancias difíciles para las cajas de ahorros. "Tienen que proteger su inversión", explica un analista. Aunque el movimiento no casa con las llamadas de los propios directivos de las cajas a "volver al negocio tradicional", dejando al margen aventuras empresariales.

Paralelamente, Sacyr se ha visto amenazada por las deudas de su filial inmobiliaria Vallehermoso. Hasta el anuncio de la ampliación, realizado el martes por la noche, había perdido en Bolsa (desde enero) un 47%. La deuda de la constructora, de 11.598 millones, es en proporción una de las más elevadas entre las empresas que cotizan en el Ibex. El Banco Santander y Caja Madrid están entre sus principales acreedores. La ampliación de capital irá directamente a reforzar los fondos propios.