_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Reformas o involución?

Dos años después de Lehman Brothers, inicio de la profundísima crisis financiera y planetaria que ha destruido millones de empleos en todo el mundo, hemos tocado fondo.

Causada por un capitalismo sin reglas y una codicia despiadada, se han combatido mundialmente con ingentes recursos públicos tanto su causa -saneando el sistema financiero, semilla de esta crisis- como sus consecuencias de paro y recesión. Expandiendo el gasto público, primero. Y reduciendo los déficit públicos, después.

También en España y Andalucía. Puesto que somos de la UE, porque queremos y nos interesa y nuestra moneda es el euro, ni caben endeudamientos sin límite, ni devaluaciones para ganar competitividad. Guste o no, hay que controlar el déficit, pues el capital que necesitamos para superar la crisis, combatir sus efectos y afianzar la recuperación no lo tenemos, lo debemos, o las dos cosas a la vez. Y para esta financiación, al menor coste posible, están los malditos "mercados": desgraciadamente, el dinero no crece en los árboles. Así son las cosas.

Pronto, los españoles y los andaluces tendremos que elegir entre barbarie o socialdemocracia

Con menos ingresos por la recesión y más gastos por sus consecuencias sobre los más débiles, gobiernos, empresas y familias deben priorizar, aquí y en todas partes. Si gobernar es elegir, nosotros lo hemos hecho: 80 de cada 100 euros del Presupuesto de la Junta en 2011 a gasto social; uno de cada tres a la sanidad pública; y a la Dependencia, pues el año que viene habrá más andaluces con prestaciones que en todas las comunidades autónomas del PP juntas. A nuestros Ayuntamientos, más del doble de financiación incondicionada que en 2010 -¿qué gobierno del PP lo hace?-. Y, puesto que debemos priorizar, bajan las inversiones. Pero suben educación, empleo, bienestar social, investigación científica, energía y minería, desarrollo rural, Infoca y plan forestal, apoyo a nuestras empresas y exportaciones... Y mantenemos los gastos e inversiones para universidades. En resumen, más gasto social y nuevo modelo económico.

También más impuestos para los que más tienen: repartir la austeridad y el esfuerzo para la recuperación, sin dejar a nadie en la cuneta. Es nuestra responsabilidad y vamos a ejercerla. Estos son los ejes de nuestra actuación para 2011, el año de la recuperación: austeridad, reformas, nuevo modelo económico, gasto social y municipalismo. Más justicia fiscal y más justicia social.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Enfrente solo están la demagogia y el oportunismo del PP: bajar impuestos y al tiempo -dicen- subir gastos e inversiones, los euros a treinta duros. Lo que el diccionario define como demagogia: "Lisonjear al pueblo para atraerlo".

Vamos a acometer las reformas necesarias para un crecimiento más sano que el modelo especulativo anterior, el de Cascos-Aznar que infló la burbuja inmobiliaria cuando declaró en 1997 todo el suelo español como urbanizable. Reforma de nuestro Estado de Bienestar, para asegurarlo en el futuro, y del mercado de trabajo para reducir la dualidad y crear empleo estable. Reforma del sector público, sin privatizaciones ni despidos, para hacerlo más eficiente y más barato.

Reformas frente a involución. Hace unos días, Rajoy se ha levantado por fin de la siesta para decirnos que ya ha terminado su huelga general... de propuestas; su modelo es el de Cameron en Reino Unido: "liberalización" de puertos y aeropuertos, correos y ferrocarriles; privatizaciones en educación, salud, y dependencia; despidos de empleados públicos. Menos impuestos a las rentas altas y los beneficios empresariales. Y, como líder de la reaccionaria y conservadora derecha española, contra las reformas progresistas: homosexuales, paridad, aborto. Y centralismo carpetovetónico, como no, para que a la Gran Regresión que nos propone no le falte un perejil: recortar las autonomías; sin descartar el concierto económico para Cataluña si necesita los votos de CiU para llegar a la Moncloa. Mientras, Arenas guarda un silencio cómplice: quien calla, otorga...

¿Reformas o Involución? ¿Socialdemocracia o barbarie? Pronto, los españoles -y los andaluces- tendremos que elegir.

José Caballos es portavoz de Hacienda del PSOE en el Parlamento andaluz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_