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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Jill Clayburgh, actriz dos veces nominada al Oscar

Fue la madre de la abogada Ally McBeal en televisión

En pantalla, Jill Clayburgh interpretó muchas veces, durante casi cinco décadas, a mujeres fuertes, valientes, que podían comenzar de cero cuando sus vidas se iban al traste. En la vida real, lo hizo también. De esa forma, sobrevivió durante 21 años a la leucemia linfática crónica que finalmente pudo con ella el viernes 5 de noviembre, según informó su marido, el guionista Dave Rabe, a la agencia Associated Press. Clayburgh murió en su casa de Lakeville, Connecticut, rodeada de su familia, a los 66 años. "Resistió, de forma que dio a los niños la oportunidad de crecer y llegar a ser personas", afirmó Rabe.

La fuerza que se convirtió en su marca de la casa la llevó a estar dos veces nominada a los Oscar. La primera, por su interpretación de Erica en Una mujer descasada (Paul Mazursky, 1978); su personaje se enfrentaba al abandono de su esposo tras 18 años de matrimonio, y para recuperarse decidía explorar las posibilidades del sexo. No se llevó el Oscar, pero sí el primer premio en el Festival de Cannes, como recuerda la revista People. "No había casi nada que hacer para las mujeres en el cine de los años cincuenta y sesenta", afirmó entonces en una entrevista de promoción del filme, "por supuesto que Marilyn Monroe era estupenda, pero ella tuvo que interpretar siempre un papel de una sola faceta, la de vulnerable objeto sexual".

Repitió nominación al año siguiente, con Comenzar de nuevo (Alan J. Pakula, 1979). Precisamente, en el filme su personaje se llamaba Marilyn y era una maestra divorciada. A ella acudía Phil Potter (Burt Reynolds), divorciado también después de que su esposa (Candice Bergen) le confesara sus infidelidades. Claro que toda ex esposa es susceptible de volver... "Es maravillosa porque en ella hay tantas personas...", la describió Pakula, "en una película de Jill Claiburgh no sabes lo que te vas a encontrar".

Tal vez, esa riqueza de facetas interpretativas tenía su origen en sus propios desequilibrios psíquicos. Nació el 30 de abril de 1944 en Manhattan, en una familia bien: su padre era presidente de dos grandes empresas; su madre, secretaria de un magnate de Broadway, y su abuela, Alma Clayburgh, una cantante de ópera famosa en los ecos de sociedad neoyorquinos. Pero ella era una pobre niña rica que muy pronto manifestó desequilibrios y tendencias violentas. Comenzó una terapia de psicoanálisis con ocho años. En 1979, admitía que gracias a que salía a correr, las cuatro sesiones semanales se habían quedado en una. Había pasado 27 años entre el escenario y el diván. "He estado en terapia mucho tiempo", dijo. "Es una gran experiencia para crecer, como ir a la Universidad o a Europa".

Después continuó su carrera como actriz tanto en películas como en los escenarios, en musicales de Broadway y en teatro. El éxito también la acompañó en sus trabajos para la televisión. Gracias a su interpretación en una película para la cadena ABC, Hustling, fue nominada al Emmy como mejor actriz en 1975. Tres décadas después, en 2005, repitió candidatura tras hacer el papel de una vengativa paciente de una operación estética en la serie Nip/Tuck.

Los espectadores españoles la recordarán también por el papel que hizo en la exitosa serie Ally McBeal, donde era la madre de la abogada a la que daba vida Calista Flockhart. También tenía un papel de peso en Sexy Money, donde volvía de alguna forma a sus orígenes vitales: la alta sociedad de Manhattan. Era la madre de la rica familia protagonista. "Una de las cosas más divertidas respecto a la vida de los actores", declaró en 2003 en una entrevista, "es que la gente las ve en retrospectiva, como si hubiéramos tenido un plan. Y qué va. Lo único que pasa es que un buen día recibes una llamada mientras estabas pensando '¡Oh, Dios mío, no voy a volver a trabajar de nuevo, soy demasiado vieja!'. Y entonces, todo cambia".

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