Telarañas en los guantes

A los porteros, a veces les hace falta más valor para esperar que para actuar. Iker Casillas vivió la primera década de su carrera sometido a un bombardeo. Hasta el año pasado acabó la temporada entre los diez porteros de la Liga que más intervenciones debían hacer por minuto de juego. Ahora, que va camino de cumplir 30 años, se encuentra ante una realidad desconocida. En las nueve jornadas de Liga disputadas ha tenido que hacer un promedio de una parada cada 71 minutos. Más de una hora sin atajar una pelota en un partido es una eternidad. Casillas se lo debe a la solidez de su defensa y a la incapacidad de los rivales para superarla. Hoy el Madrid comienza a medirse a los equipos fuertes de la Liga. El Atlético decidirá si Casillas se sacude las telarañas de sus guantes o si se convierte en el portero mejor protegido de la historia reciente del campeonato.

Valdés acabó la Liga en 2009 con una intervención cada 51 minutos

"Iker se beneficia de la solidaridad, la fortaleza y el orden del equipo", dice un dirigente

Desde la temporada 2000- 2001, Casillas ejerció de recurso imprescindible en la cosecha de puntos de su equipo. La media de minutos que transcurría entre una parada suya y la siguiente, desde el año 2000, fue, en orden sucesivo por temporada 26, 26, 24, 26, 22, 24, 27, 24, 27, y 33 minutos en la última Liga. En este torneo sus espacios de inactividad se han alargado hasta 71 minutos. Casillas, que ahora habla más en el campo, pasa más tiempo orientando a sus defensas que parando tiros. Desde la llegada de Pepe en 2008, el portero ha tenido más y mejores especialistas a su alrededor: Albiol, Arbeloa, Alonso, Carvalho y Khedira han ayudado a cimentar una defensa potente. En el vestuario, los jugadores observan que el equipo está "más compensado" en el medio campo que otros años. También dicen que Mourinho ha logrado que todos participen de la defensa, incluyendo los atacantes. "El año pasado los de arriba se concentraban en atacar", dicen, "ahora Özil, Higuaín, Di María y Cristiano tienen que ayudar más cuando perdemos el balón".

Desde que Casillas debutó en Primera, en 1999, ningún guardameta titular en la Liga ha llegado a junio sin tener que hacer, al menos, una parada cada 50 minutos. Sólo hubo una excepción: Víctor Valdés en la temporada 2008- 2009, coincidiendo con la cúspide del juego del Barça de Guardiola. En ese periodo, Valdés acabó la campaña liguera salvando su portería una vez cada 51 minutos. Casillas, a falta de probarse contra Barça, Sevilla, Villarreal, Athletic y Atlético, va camino de superarle. Sólo ha hecho 12 paradas en nueve partidos. El desafío más exigente empieza hoy.

"No sé si el derby será la gran prueba", dijo ayer Mourinho, que lleva tres días instruyendo a sus jugadores sobre cómo contrarrestar el juego ofensivo del Atlético, y en el último partido de práctica mandó a los suplentes a que simularan los movimientos de Simao, Forlán, Agüero y Reyes para que la defensa esté preparada. "Las pruebas son todos los partidos", insistió Mourinho, que asegura que planifica el derby como cualquier encuentro. "Los del Atlético son grandes delanteros, pero un equipo no son sólo sus delanteros. Además, para mí, mi gran problema no es el Atlético. Mi gran problema es mi equipo. Si nosotros jugamos dentro de la normalidad, ganamos".

A pesar de su eficacia defensiva el Madrid ha manifestado algunos desajustes en los marcajes frente al Hércules y el Milan. El técnico asegura que no le preocupa que Pepe haya estado involucrado en dos de los tres goles recibidos. "En Alicante nos hace un gol Trezeguet", explicó Mourinho. "Quien conoce a Trezeguet no puede culpar al defensor porque Trezeguet es muy listo en el área. En Milán, en el primer gol Pepe se ha resbalado, y no hay nada anormal en ello. En el segundo gol ha sido una pena que el juez de línea no se haya resbalado. Pepe está jugando bien. Si lo quité en Milán fue porque tenía una tarjeta amarilla y quería jugar sólo con tres atrás. No quería que en esa situación de riesgo uno de mis centrales tuviera una tarjeta y dejé a Carvalho".

Los dirigentes del Madrid observan el fenómeno con prudencia. "El dato de Casillas sorprende porque el equipo es muy protagonista", dicen. "Jugamos con cuatro hombres claramente atacantes y los dos laterales suben con frecuencia. Pero la virtud de pensar en el colectivo compromete a todos. Cuando se junta la solidaridad, la fortaleza física y el orden los beneficios los disfruta el último eslabón, que es Casillas".