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Tentaciones
Entrevista:EN PORTADA

"La violencia nos da risa"

La historia de Johnny Knoxville (Knoxville, Tennessee, 1971) al frente de Jackass podría resumirse en un listado de hematomas, fracturas y cicatrices. Lo que empezó como una exitosa serie de cafradas para la MTV ha acabado convirtiéndose en una sucesión de éxitos cinematográficos. Ahora, Knoxville y su panda de atletas del slapstick extremo toman por asalto el cine en tres dimensiones para redefinir la ultraviolencia bufa y la escatología de largo alcance. El inefable magnetismo de Jackass 3D ha batido récords: 50 millones de dólares en su fin de semana de estreno en EE UU, convirtiéndose en la apertura otoñal más taquillera de la historia.

EP3. Tengo entendido que el gusto por las bromas pesadas te viene de herencia.

"Intentamos ser un puto infierno para el otro, pero al final nos mueve el amor mutuo"

Johnny Knoxville. En efecto, mi padre siempre fue un gran bromista. Sus víctimas solían ser los trabajadores que tenía empleados en su tienda de neumáticos. Le encantaba invitarles a batidos, en los que previamente había introducido unas gotas de laxante. En una ocasión logró falsear los papeles de una clínica para hacerles creer que le habían diagnosticado una enfermedad venérea altamente contagiosa: todos se apartaban a su paso. La broma más sonada que recuerdo se la gastó a un trabajador que no sabía leer: le enseñó una foto que había salido en un periódico donde se mostraba a un gorila escapado de un zoológico de vete a saber dónde. Pues bien, no le costó convencerle de que el gorila se había escapado del zoológico de Knoxville. Le tuvo toda la tarde colocando neumáticos para proteger el patio trasero, mientras él se iba a comprar un disfraz de gorila para que otro de los empleados se lo colocase y le diese el susto de su vida.

EP3. En Jackass 3D aparece una broma con gorila muy parecida a esa. ¿Es un homenaje a tu padre?

J. K. En cierta manera, sí.

EP3. ¿Ha cambiado mucho la metodología de trabajo de Jackass al introducir el 3D?

J. K. Al principio no éramos muy partidarios del proyecto, porque creíamos que el equipo nos iba a quitar mucha flexibilidad. Piensa que nosotros venimos de la cultura de los vídeos de skate, donde se trabaja con cámaras domésticas, material pequeño y portátil que te permite captar el momento de una manera muy pura y dinámica. Al final nos garantizaron que los equipos de 3D serían transformados para adaptarse a nuestra exigencia de flexibilidad.

EP3. El prólogo, el epílogo y algunos momentos puntuales de la cinta están rodados con la sofisticada cámara Phantom, que utilizó Lars von Trier en algunas escenas de Anticristo y Ruben Fleischer en los créditos iniciales de Bienvenidos a Zombieland. Con la precisión de esas imágenes ralentizadas, da la impresión de que los porrazos alcanzan una dimensión épica...

J. K. Sí, se nota que el dolor es real al cien por cien y es un recurso que coloca al espectador en el centro mismo de la barbarie. La tridimensionalidad, unida a esa velocidad de imagen de la cámara Phantom [nada menos que mil fotogramas por segundo] y a la altísima definición, hace que cualquiera pueda hacerse una buena idea de lo que supone que te golpeen ambas mejillas con dos pescados.

EP3. El 3D también os sirve para lanzar vómitos y excrementos al público.

J. K. Sí, gracias a nosotros el 3D conquista nuevas cumbres... de bajeza.

EP3. ¿Te has llevado también algunas lesiones de recuerdo tras el rodaje?

J. K. Sí, en la escena del Hombre Invisible: ese momento en el que voy pintado de arriba abajo para camuflarme sobre un decorado que está colocado en el centro de un ruedo taurino. El toro no era nada tonto y me embistió enseguida. Tuve la mala fortuna de aterrizar con mi cuello. El crujido me heló la sangre.

EP3. La crueldad, la violencia y el sadismo son algunos de los ingredientes esenciales de Jackass, pero al final lo que queda en el aire es un extraño sentido de la camaradería. ¿El tema secreto de Jackass es un canto a una amistad... a prueba de bombas?

J. K. Cada uno de nosotros intenta ser un puto infierno para el otro, pero al final somos una familia, y en esta película creo que se nota especialmente. En realidad, lo que nos mueve es el amor.

EP3. ¿En qué medida se os puede considerar los tataranietos apocalípticos de Buster Keaton, Chaplin y Harold Lloyd?

J. K. Hasta que no rodamos la segunda película de Jackass no me metí a conocer a fondo la obra de Keaton y Chaplin. Es cierto que lo que hacemos tiene algo de cine cómico mudo: de hecho, el diálogo nunca es importante y todo lo que hacemos se podría entender sin necesidad de recurrir a la palabra. No obstante, si hemos llegado a una forma que recuerda al viejo slapstick, ha sido por otro camino. Para nosotros, en el principio fueron los vídeos de skate, y yo, por otro lado, confieso que siempre he sido un entusiasta de los dibujos animados. Especialmente, de Tom y Jerry.

EP3. ¿Qué resulta más rentable: una acción de riesgo que sale bien o una que se resuelve de la peor manera posible?

J. K. El éxito no es lo nuestro. Solo el fracaso resulta realmente divertido. El cine de acción está lleno de escenas de riesgo bien resueltas: nosotros tenemos que marcar la diferencia por la vía del desastre, por cosas muy sorprendentes. Por ejemplo, ver llorar de dolor a tipos que acaban de intentar la machada definitiva.

EP3. ¿Significa algo la violencia para vosotros?

J. K. Es algo que sirve para hacernos reír. La verdad es que no nos hemos parado mucho a pensar en ello.

EP3. ¿Es cierto que hay tanto material rodado de Jackass 3D como para hacer una nueva película?

J. K. Sí, y de hecho lo vamos a aprovechar para lanzar en enero Jackass 3.5, que podrá verse online al mismo tiempo que aparece en DVD. El plato fuerte será nuestro peculiar homenaje a esos vídeos en los que aparece un montaje de las mejores jugadas de baloncesto. En nuestra versión, se trata de un montaje de golpes en los huevos.

<b><i>Jackass</i></b> en su versión 3D ha batido récords en su fin de semana de estreno en Estados Unidos<b>
Jackass en su versión 3D ha batido récords en su fin de semana de estreno en Estados Unidos

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