Los taxistas se rebelan contra los minicoches de Barberá

A los taxistas de Valencia no les gusta la idea de la alcaldesa Rita Barberá de poner en la calle unos 200 minicoches de alquiler para facilitar los desplazamientos por la capital. Ayer, el secretario de la Gremial -organización profesional del taxi mayoritaria-, Antonio Haro, dijo que la "indignación es absoluta" en el mundo del taxi. Es una propuesta, según Haro, que perjudica no solo a los taxistas, también al metro y a los autobuses de la EMT.

En opinión del dirigente gremial, el colectivo ha entendido el servicio de bicicletas "porque no contamina", pero "montar una flota de 100 o 200 coches de alquiler nos perjudica a todos". "Nos parece un atropello al mundo del taxi", enfatizó.

Los taxistas no fueron los únicos en reaccionar a la idea que en estos momentos estudia el Consistorio. Barberá, tras entrevistarse el martes con directivos del grupo Daimler Mercedes Benz, anunció la posible puesta en marcha de un servicio público de minicoches de alquiler para sacar de las calles a los vehículos privados. Sería la primera experiencia en España, aunque este sistema ya está en funcionamiento en ciudades como Austin (EE UU) y Ulm (Alemania). Mercedes se encargaría de proporcionar estos vehículos biplaza y distribuirlos por todo el centro de la ciudad.

Críticas de la oposición

Para los socialistas del Ayuntamiento de Valencia, la implantación de coches biplaza "es una idea a estudiar pero no soluciona el fracaso de la política de movilidad de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá". El concejal socialista Francisco Carsí pide "un cambio real de la política de movilidad que contemple la racionalización del tráfico privado, el aumento de la flota y frecuencia de los autobuses de la EMT, la construcción de aparcamientos subterráneos y la ampliación y conexión de los tramos de carril bici".

Amadeu Sanchis, coordinador de EUPV en Valencia, consideró "una frivolidad" la reunión de la alcaldesa con los directivos de Mercedes. El político instó a Barberá a atender a los empleados de la EMT, que continúan en huelga para reivindicar que se mejore la frecuencia de paso de los autobuses.

El candidato a la alcaldía de Valencia por Compromís, Joan Ribó, calificó la propuesta de "ocurrencia que va contra el sentido común, una de esas medidas inmaduras pensadas desde la mentalidad del nuevo rico".