Ronaldinho va y viene

Massimiliano Allegri, el técnico del Milan, dijo después del partido de la Liga de Campeones en el Bernabéu que no se esperaba un baile tan grande por parte del Madrid (2-0). Dijo también que su equipo había estado demasiado blando, sin sangre, y que en Europa no se puede jugar sin hacer sacrificios. También se proclamó convencido de que los suyos aprenderían la lección. Uno de los más señalados esa noche fue Ronaldinho. Al Gaucho, apagado durante los 73 minutos que jugó, se le vio ir casi con más prisas por la zona mixta del estadio que durante el partido.

La aportación de Ronaldinho, de 30 años, fue muy pobre aquella noche: cuatro centros al área, ninguna recuperación del balón y 11 pérdidas. Participó en 30 jugadas -demasiado poco para un mediapunta por el que se supone que tienen que empezar todos los lances del juego- y sus acciones fueron 44 en total. Es decir, tan solo nueve más que las del portero, Amelia, y muy por debajo, por ejemplo, de las de los madridistas Cristiano Ronaldo (73), Di María (64) y Özil (61). Desde esa derrota no ha vuelto a jugar. Y el sábado por la noche se quejó a unos amigos del nuevo esquema táctico utilizado por Allegri.

El ex barcelonista dice que ansía jugar contra el Madrid y no se hace autocrítica alguna

Oficialmente, Allegri ha prescindido de él porque padece 2cansancio muscular"

Titular en la Liga los siete primeros partidos, el técnico le ha dejado fuera contra el Nápoles y el Juventus. Oficialmente, por "cansancio muscular". De ahí, que el ex barcelonista, siempre según la versión oficial, lleve unos cuantos días siguiendo un plan específico de entrenamiento para recuperar la forma física perfecta.

En realidad, Allegri ha castigado la falta de compromiso y esfuerzo del brasileño. Y, sin él -uno de los protegidos del presidente, Silvio Berlusconi, quien defendió su fichaje como una gran operación comercial para vender camisetas-, ha cambiado de sistema. Ha prescindido del 4-2-3-1 para pasar al 4-3-3 sin mediapunta y con una medular formada por Gattuso, Pirlo y Boateng y una línea de tres arriba integrada por Pato, Ibrahimovic y Robinho.

Resultado: una victoria en Nápoles (1-2) -justo después del desastre en el Bernabéu- y una derrota el sábado contra la Juve (1-2). Ronaldinho, en la lista de los lesionados, lo vio desde el palco. Horas más tarde, según recogieron varios medios italianos, confesó a unos amigos en un restaurante que el Milan no funciona con el 4-3-3: "Así no se puede jugar. Ibra no puede estar solo en medio de cuatro rivales". Ayer desmintió en la cadena Sky lo que se había publicado: "No me gusta hablar después de los partidos ni cuando juego... Imagínense cuando no lo hago. Llevo tres años aquí. Todas las personas que trabajan en el Milan me conocen. Nunca me permitiría juzgar las decisiones del entrenador ni el rendimiento de mis compañeros. No hay nada de cierto en lo que he leído esta mañana en varios periódicos".

Allegri, presumiblemente, seguirá sin contar con él para el partido de mañana contra el Madrid, al menos como titular. "Tengo ganas de jugar frente al Madrid y de ayudar a mis compañeros. En los últimos días he hecho todo el trabajo necesario para volver", advirtió, sin embargo, Ronaldinho.

De momento, el único sitio al que ha vuelto es a la selección brasileña. No iba convocado desde marzo de 2009. Una eternidad. El Gaucho habla de la canarinha como de "un plus de motivación". Pero, cuando le preguntan qué falló en el partido de ida de la Champions en el Bernabéu, solo contesta: "Encajar los dos goles tan pronto nos hizo la vida muy difícil". Sobre él no hace autocrítica alguna.