Acantilados antiestrés
La bahía de Somme, un litoral salvaje al norte de París donde veraneaban Colette y Julio Verne
Avalada por su genial ubicación en el norte de Francia, a dos horas de París encontramos una reserva natural preparada para seducir a los amantes de la naturaleza. Un litoral intacto y sin rastro de urbanización masiva.
La Baie de Somme lo tiene todo en pocos kilómetros: un oasis que da la espalda al estrés y un entorno de lo más respetuoso con la biosfera y gratificante con los visitantes. El viajero encuentra aquí un caldo de cultivo para evadirse con los pies en la tierra, dar rienda suelta a sus inquietudes medioambientales y descubrir tradiciones, acantilados, castillos, parques, jardines y playas donde el tiempo es medido por las mareas y las migraciones de las aves. Ideal para un fin de semana en familia. Un paisaje poliédrico que ofrece múltiples posibilidades de diversión.
01 Parque Marquenterre
Conviene empezar la ruta visitando esta reserva ornitológica. Se trata de un punto estratégico para las aves salvajes. Situada entre Siberia y África del Sur, la bahía es una escala migratoria importante. El parque está acondicionado para la observación de especies animales y plantas. Se recomienda no olvidar los prismáticos.
Esta reserva natural consta de 200 hectáreas de fauna y flora preservadas. Se ofrecen tres recorridos a pie, entre 45 minutos y 2 horas, y uno a caballo. Si escoge este, conviene saber que se montará en un caballo de la raza llamada henson, autóctona de esta región. Entre las particularidades del parque destaca la presencia de especies emblemáticas: plantas como la epipactis des marais, una orquídea delicadísima, o, en verano, el argousier, un arbusto espinoso típico del litoral. También conviene prestar atención a la espátula blanca, un ave muy peculiar, así como al huitrier-pie, que, pese a su nombre, no se alimenta de ostras, pero sí de almejas y tellinas.
02 Le Crotoy
Una buena opción, después del parque, es visitar Le Crotoy, uno de los dos centros turísticos de la bahía. Balneario lleno de evocaciones burguesas y con un toque cosmopolita, Le Cotroy mezcla glamour y ambiente náutico. Ilustres veraneantes como Colette y Julio Verne dan cuenta de la tradición de un marco marítimo que se transita sin agobios. Una larga playa y una colección de villas del siglo XIX amenizan el paseo.
La villa Belle Plage, en el paseo Jules Noiret, acogía a la escritora Colette, que encontró una panorámica talismán para sus retiros sentimentales: esta es la playa que nombró en su novela Los zarcillos de la viña. También el bueno de Toulouse Lautrec se dejaba ver por Le Crotoy acompañando a su amigo de la infancia Maurice Joyant, ambos amantes de la vela. Aquí realizará el retrato de Joyant, expuesto en el Museo de Albi. Para empatizar del todo con el espíritu del lugar puede alojarse en el hotel Les Tourelles, en la Rue Pierre Guerlain. Sí, es en honor del célebre perfumista, enamorado de Le Crotoy. Su devoción por el lugar consiguió atraer a muchos parisinos. El hotel, fortín de glamour desde que el propio Guerlain lo inaugurara en 1860, es el referente arquitectónico del pueblo.
Villa Solitude (Rue Jules Verne) fue habitada por Julio Verne entre 1865 y 1870. Aquí ejerció de guardacostas, y su experiencia le influirá en obras capitales como 20.000 leguas de viaje submarino y La isla misteriosa. Junto a la casa, el restaurante L'Alize's es una opción entretenida y familiar.
03 Saint-Valery
Al otro lado de la bahía, también en Saint-Valery, puede sentirse personaje de novela de época. Su atractivo se basa en dos pilares: la ciudad medieval y el barrio de pescadores.
En las alturas espera la ciudad medieval, donde la luminosidad se filtra por todos los rincones. Guarda estupendas vistas de un paisaje de dunas y marismas. Conviene estar atento: la Baie de Somme registra el mayor coeficiente de mareas del Canal de la Mancha.
En el 36 de la Rue Brandt espera el Jardín Botánico, Herbarium des Remparts, en el que encontrará plantas medicinales, tóxicas y hasta textiles.
Cercano al puerto, el barrio de los pescadores resulta pintoresco: calles estrechas y casas tradicionales conforman un distrito en el que impregnarse de atmósfera marina. Un plan perfecto antes de acabar en la comercial Rue de la Ferté, dudando entre unos mejillones en Nicole's (Rue Ferté, 15) o los espectaculares crêpes salados de Les Galettes de Tante Olympe (Rue Ferté, 36).
Se puede salir a navegar en el antiguo barco Somme II, clasificado como monumento histórico en 2000, que ofrece rutas guiadas por la bahía (www.bateaubaiedesomme.com ), o en tren a vapor por el mítico Chemin de Fer de la Baie de Somme: en vagones belle époque de 1887. Una sugerencia: no está de más probar suerte e ir hasta la playa de Hourdel, allí podrá disfrutar de la vista de una colonia de focas. No le harán ni caso, así que mejor observarlas de lejos y no molestar.
04 Por el litoral, de Ault a Mers-les-Bains
Siguiendo la carretera D-940 se llega a Ault, un pueblo impactante por los acantilados escarpados que lo bordean. Asomarse es retar al vértigo y al horizonte, asombro y riesgo van en paralelo. Permite admirar un resplandeciente paisaje muy acorde con la integridad de toda la costa. También se puede visitar el bosque Bois de Cise.
El litoral de la Picardie termina en Mers-les-Bains, estación balnearia con una arquitectura exageradamente belle époque.
05 Jardines de Valloires
Poniendo rumbo al interior, en Argoules, no se puede pasar por alto el plato fuerte de la Baie de Somme. Un sorprendente choque entre piedra y flores. La visita vale por dos: la abadía cisterciense y los jardines de Valloires. La abadía, del siglo XVIII, conserva claustro, sala capitular y salones a lo Louis XV y una iglesia cuya decoración atrapa por lo barroco.
A sus pies, un escenario irresistible: jardín con más de 5.000 especies en ocho hectáreas, concebido por el paisajista Gilles Clement. Nada sobra y nada falta, es la perfección, es un jardín francés.
» Use Lahoz es autor del poemario A todo pasado (Editorial Prames).
Guía
Visitas
» Parque Marquenterre (www.parcdumarquenterre.com ).
» Hotel Les Tourelles (www.lestourelles.com ). 2-4 Rue Pierre Guerlain. Le Crotoy. La habitación doble, desde 71 euros.
» Abadía de Valloir (www.abbaye-valloires.com ; 003 03 22 29 62 33). En octubre y noviembre hay visitas a las 11.30, 14.30 y 15.30; y los fines de semana, también a las 16.30. Precio: 7,50 euros.
» Jardines de Valloir (www.jardinsdevalloires.com ). Hasta el 11 de noviembre, de 10.00 a 19.00. Entre 6 y 8 euros, según la estación.
Información
» Oficina de turismo de Le Crotoy (www.crotoy-baie-de-somme.com ; 0033 03 22 27 05 25).
» Turismo de la bahía de Somme (www.somme-tourisme.com ).
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