Dinamismo y sentido práctico

Mantiene una imagen casi idéntica a la del actual, aunque como es más grande, tiene una presencia superior. El X3 2010 apuesta por el continuismo estético y no sorprende por su diseño, pero, como es habitual en BMW, incorpora una mecánica a la última que lo convierte en el todoterreno medio más dinámico y con un consumo más bajo. El aumento de tamaño mejora su funcionalidad como coche familiar, porque aporta un interior más amplio y práctico y un maletero mucho mayor.

La segunda entrega del X3 estará disponible en noviembre a partir de 42.900 euros, un precio superior al del Audi Q5 e inferior al del Mercedes GLK, sus grandes rivales. La buena noticia es que la versión más asequible, 2.0d turbodiésel de 184 CV, es también la más interesante. Ofrece ya prestaciones elevadas (8,5 segundos de 0 a 100 km/h), funciona con finura y gasta solo 5,6 litros de media, nuevo récord entre los 4 - 4 de su tamaño y potencia: 0,9 litros menos que el X3 2.0d de 177 CV disponible hasta ahora.

Con 4,64 metros de longitud, el nuevo X3 es casi 10 centímetros más largo que el actual, y otros tres centímetros más ancho y uno más bajo. Pero el estilo apenas varía y sigue siendo algo sobrio, aunque su mayor corpulencia otorga una estampa más rotunda. El diseño interior tampoco presenta grandes novedades.

En la habitabilidad sí hay cambios notables, y la segunda generación del todoterreno de BMW ofrece un interior más amplio y confortable, con unas plazas traseras desahogadas y aptas para tallas grandes y un maletero de 550 litros, 70 más que antes. Además, puede incluir nuevos detalles como el respaldo trasero abatible en tres partes, en vez de las dos normales, que permite plegar el módulo central para cargar bultos grandes y mantener dos plazas iguales en los lados.

La avanzada ingeniería es otro de los puntos fuertes del X3 2010, y se aprecia al volante, con un comportamiento ágil y preciso, como el de un buen turismo, y motores de gran rendimiento. Como sucede en algunos de los últimos BMW, deja algo frío por su diseño, pero cautiva por su conducción. Todas las versiones incluyen tracción 4 - 4 y un sofisticado cambio automático de ocho marchas, salvo la variante 2.0d, que viene con una caja manual de seis y puede montar el automático como opción. También como extra, se ofrece suspensión electrónica y un diferencial deportivo para el eje trasero, que acelera la rueda exterior para incrementar la agilidad en las curvas.

En noviembre, se ofrecerán dos motores: el 2.0d y un 3.0 biturbo gasolina de 306 CV (8,8 litros y 59.200 euros). En diciembre, aparecerá un 3.0 de 258 CV (nueve litros) y en abril de 2011, un 3.0d de 258 CV que gasta solo seis litros. Excepto el 3.0 de 258 CV, todos llevan sistema Start&stop.

El equipo de serie reúne todo lo imprescindible, aunque como suele ser habitual en las marcas alemanas de prestigio, hay que pagar aparte algunos elementos de serie. La dotación incluye control de estabilidad, seis airbags, climatizador bizona, llantas de aleación, volante con mandos, radio CD/MP3, ordenador y regulador de velocidad. Pero los sensores de lluvia y aparcamiento, los respaldos abatibles en tres partes, el bluetooth para el móvil e, incluso, los posavasos, se venden como extras.