Liza Minnelli
Estamos de enhorabuena, Liza ha vuelto y nos trae buenas noticias para estos tiempos revueltos. Vayan apuntando, He's a tramp, ¿se acuerdan de La dama y el vagabundo y aquel tema irresistible de seducción perruna que cantaba Peggy Lee? Pues aquí lo tienen igual de irresistible para hincarle el diente con otras perlas del arco iris melódico y songbook americano. Sigan apuntando en la hoja de entrada, I got lost in his arms, un Irving Berlin de la comedia musical Annie get your gun, que ya nos la había avanzado en Gently, ahora destilado con el paso del tiempo más Garland. Todo el álbum está empapado de gusto y fantasía, pero aliñado en la intimidad de su compañero y pianista Bill Stritch, y como en un recital de andar por casa un viernes por la noche van desfilando temas mayúsculos -At last, If I had you- por esa voz y figura que ha resistido como un personaje de Conrad, la furia del mar sin fondo para emerger con coraje y felicidad. Liza Minnelli más en carne y vida si cabe que nunca.
Liza Minnelli Confessions Decca / Universal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.