El 'lehendakari' logra su primera transferencia con 10 meses de retraso

Los mismos protagonistas que en mayo de 2009 anunciaron para el 1 de enero de 2010 el traspaso a Euskadi de las políticas activas de empleo dieron fe ayer, con casi 10 meses de retraso, de su materialización. El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y el lehendakari, Patxi López, pudieron anunciar por fin el cumplimiento de aquella previsión, tras la firma en la Comisión Mixta de Transferencias, reunida ayer en Vitoria.

"Nunca es tarde si la dicha es buena", sostuvo el lehendakari, quien calificó el de ayer como "un buen día", que pone de nuevo en evidencia la vigencia y utilidad del Estatuto de Gernika. Y no solo en el aspecto competencial, y por estar proporcionando a su Gobierno una herramienta importante en la lucha contra el desempleo, sino porque "se pone en valor de nuevo el Estatuto como marco de autogobierno, espacio de convivencia, gran pacto entre vascos y proyecto de futuro frente al totalitarismo uniformizador", apuntó.

Chaves anuncia para el 23 de noviembre la cita de la comisión bilateral

Ni Chaves ni López se privaron de señalar que si el acuerdo ha sido posible ahora, con este Gobierno y con el PNV en la oposición, y no con Ejecutivos anteriores encabezados por ese partido, ha sido debido a que la formación nacionalista ha modificado las condiciones en las que exigió con anterioridad el traspaso. "Ha habido una enmienda a la totalidad respecto a las posiciones que mantenían con anterioridad. No son las mismas" aseguró Chaves.

López concretó esas exigencias anteriores recordando que los Gobiernos del PNV exigían las políticas pasivas, es decir, las prestaciones, y la Seguridad Social. A partir del próximo 1 de enero, es decir, con un año de retraso sobre las previsiones de ambos, Euskadi dejará de ser la única comunidad autónoma española que no gestiona las políticas activas de empleo.

El ministro destacó justamente que el acuerdo firmado pone fin "a una anomalía", en referencia a esa situación causada por el desacuerdo durante más de dos décadas entre la Administración vasca, en manos del PNV, y la central, alternativamente del PSOE y el PP.

López declaró ese objetivo como prioritario en el desarrollo estatutario a su llegada a Ajuria Enea. El cambio en el liderazgo de la comunidad autónoma, que puso fin a los desafíos soberanistas y reconvirtió el enfrentamiento con el Gobierno central en colaboración, y la reconversión del PNV a la puesta en valor de los traspasos en las negociaciones presupuestarias posibilitaron la firma de ayer.

La negociación, abierta de inmediato tras la llegada de López a Ajuria Enea, ha sufrido los vaivenes de sendas intervenciones del PNV, ya desde fuera del Gobierno, pero aupado por la necesidad de sus votos que tiene el Ejecutivo central: el año pasado para vetar y retrasar el traspaso, que habría dejado en evidencia a Gabinetes anteriores, y este para incluir su exigencia de que se transfieran también las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social.

A partir de ahora será el Gobierno autónomo y no el Ministerio de Trabajo el que ingrese el importe correspondiente en su Tesorería General cada año. Los incentivos, en cuantía y requisitos para disfrutarlos seguirán siendo fijados por el Gobierno central.

Este aspecto fue criticado ayer de nuevo por el sindicato nacionalista ELA, el mayor de Euskadi, que considera que el PNV ha transigido con un traspaso que en el fondo no permite realizar políticas diferenciadas.

El vicepresidente se refirió a las bonificaciones para negar que supongan privilegio alguno a Euskadi: el resto de las comunidades podrán tenerlas también, dijo, al tiempo que negó cualquier perjuicio a la unidad de caja de la Seguridad Social. López restó trascendencia al "ruido" sobre la autoría y el protagonismo en la negociación y se felicitó de que la participación de este partido haya permitido a España contar con presupuestos para 2011. "Lo contrario habría sido una catástrofe, para España y también para Euskadi", afirmó.

Chaves anunció para el 23 de noviembre la reunión de la comisión bilateral y la ponencia técnica de ambos Gobiernos para preparar el traspaso de la Inspección de Trabajo.

Tras la firma de ayer, el Gobierno asumirá desde enero próximo la intermediación laboral, el fomento y el apoyo al empleo, así como los programas de políticas activas de empleo y de formación profesional para el empleo que fija la legislación laboral.

La intermediación pone en contacto la oferta trabajo con los desempleados. El Gobierno inscribirá y registrará a los demandantes de empleo y autorizará a los agentes de colocación que operen en Euskadi.

El Departamento de Empleo que dirige Gemma Zabaleta pasará a elaborar los programas de políticas activas, la concesión de las subvenciones públicas para este fin, la integración laboral de las personas con discapacidad, la calificación de los centros especiales y la ejecución de los programas de las escuelas taller, casas de oficio y talleres de empleo.

El Gobierno de Vitoria asumirá en el área de formación profesional para el empleo la competencia de crear y dirigir las escuelas taller, las casas de oficio y los talleres, así como la homologación y expedición de los certificados de profesionalidad correspondientes. A ellos se suman los programas de formación de la oferta dirigidos a trabajadores desempleados y ocupados, financiados mediante bonificaciones en las cuotas de formación profesional, que Euskadi compensará al Estado.

Tendrá también potestad sancionadora ante el eventual incumplimiento de empresas o trabajadores.