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Reportaje:

El gol del 'Guisante'

El mexicano 'Chicharito' Hernández, que marca hasta con la nuca, se convierte en el nuevo "héroe" del Manchester United

Jordi Quixano

El Pequeño Guisante tiene el don de marcar los goles cuando más se necesitan. Javier Chicharito (Guadalajara, México; 1988) es el nuevo boom del Manchester United. Donde pone el ojo, pone la bola. Incluso mejor; el fin de semana pasado desafió a las leyes físicas y, frente al Stoke, soltó un testarazo a la inversa. Es decir, remató con la nuca y hacia atrás porque no le quedaba otra, porque la pelota estaba frente a sus ojos décimas de segundos antes. E hizo una diana memorable que completó poco después para darle la victoria a su equipo (1-2). El martes, en la Carling Cup, empezó en el banquillo porque el técnico, Sir Alex Ferguson, quería darle descanso ante el Wolverhampton, penúltimo en la Premier. Pero se complicó el asunto y a falta de 10 minutos, empataban a dos. Salió Chicharito y firmó otro triunfo. Nada nuevo.

En contra de los gustos de la 'Premier', exigió que pusieran su apodo en la zamarra
El ariete, que ya tiene una canción en Old Trafford, sale a un tanto por encuentro

"¡Chicharito rápido como un rayo. Chicharito rojo y blanco. Va a coger el balón y marcar un gol. Chicharito dinamita!", canta con orgullo Old Trafford. No es para menos. El 14 de los diablos rojos trae fortuna. Con Javier en el campo, el Manchester United ha cosechado siete victorias y cuatro tablas. Pero la estadística es más expresiva: el ariete contabiliza 543 minutos y ha firmado seis goles. O lo que es lo mismo, sale a un gol por partido.

"Aquí se tiende a construir héroes rápidamente", señaló el Boss Ferguson; "pero él está justificando los elogios". No solo eso, sino que también el cariñoso apodo -Little Pea [pequeño guisante]- que le profesan los aficionados.

Con el fútbol en las venas, Chicharito es la última generación de una saga bien futbolera. Su abuelo Tomás Balcázar fue un legendario jugador del Chivas que estuvo en el Mundial de Suiza 1954. Su padre, Javier, también fue convocado para el Mundial de México 1986 y recibió el sobrenombre de Chícharo por el color verde de sus ojos. Chicharito los tiene marrones, pero marca más que nadie, como dejó constancia en todas las categorías inferiores del Chivas, hasta que a los 17 años debutó con el primer equipo. Ese día, ante el Necaxa, logró su diana. Pero en los próximos cuatros años perdería tanto la confianza del técnico como el olfato. Explotó, en cualquier caso, el año anterior, cuando firmó 21 goles en 28 partidos. "Hemos fichado a Javier Hernández", anunció la web del Manchester United para sorpresa de los rotativos británicos. "¿Y ese quién es?", se preguntó el hincha, pensando en pifias recientes como Verón, Bellion, Kleberson, Taibi... Pero Javier lo aclaró rápido. "En mi camiseta se pone Chicharito y no Hernández", señaló a los dirigentes del Manchester United, extrañados porque en la Premier es inusual ponerse el apodo sobre el dorsal. "Es el nuevo Solskjaer", le define ahora Scholes. Quizá por su Babyface killer -cara de niño asesino-; quizá por su remate.

En su primer partido de la pretemporada, cuando el Mufc se midió contra un combinado de la MLS, en el Reliant Stadium de Houston atestado con 60.000 espectadores, Chicharito firmó un gol. "Hará muchos", vaticinó entonces Ferguson, feliz porque su nuevo chico, bien educado, con un inglés notable -que hace las delicias de los periodistas británicos-, se aclimataba al equipo a marchas forzadas. No se equivocó. En la Community Shield (Supercopa inglesa), salió en el segundo acto y selló otro tanto para la victoria frente al todopoderoso Chelsea (1-3).

Desde el United se frotan los ojos porque además de Javier, hay una nueva hornada de jugadores -los gemelos y laterales Fabio y Rafael (1990), el zaguero Smalling (1989) y el extremo Obertan (1989)-, el relevo a las cansadas piernas de Giggs (19 años en el club), Neville y Scholes (17). Pero ninguno como Chicharito. Ahora que Rooney se mira más la cuenta corriente que los colores, que Berbatov ha perdido el fuelle de principio de curso tras dos años mediocres, que Owen se ha vuelto a romper otro músculo, y que el también joven Macheda no responde a las oportunidades, Chicharito es la nueva estrella. Y se besa el escudo, como hizo ante el Wolves. Justo al definir el partido.

Javier <i>Chicharito</i> Hernández celebra su gol al Wolverhampton, el martes.
Javier Chicharito Hernández celebra su gol al Wolverhampton, el martes.GETTY

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