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Entrevista:SINGULARES | Joaquín Álvarez, 'Quini'

Goles como churros en Alcorcón

El delantero madrileño, pichichi de Segunda División, posee una churrería

"Yo estoy de moda porque mi equipo está bien. Somos el conjunto revelación hasta hoy y me siento halagado por la gente". Habla Joaquín Álvarez, Quini (Madrid, 1980), delantero del Alcorcón y autor de siete tantos en Segunda División que le convierten en el actual pichichi de la competición. En vísperas del primer aniversario del Alcorconazo, aquel episodio que ubicó a esta localidad del sur de Madrid en los mapas de medio mundo tras endosarle cuatro goles al Real Madrid en la Copa del Rey, el cuadro amarillo sigue de moda, ahora gracias a los goles de Quini, la nueva estrella de la afición matruchera.

"Antes marcaba los mismos goles que ahora, pero ahora soy más mediático. Todos los medios quieren hablar conmigo, es un poco locura", afirma el goleador madrileño, que no pierde la sonrisa en ningún momento. No le faltan motivos para mantenerla. Hasta el año pasado se batía el cobre con el Leganés en Segunda B. En el pozo del fútbol español permaneció siete años desde que debutara con el Pinto, que le descubrió del equipo de juveniles de su pueblo, San Martín de la Vega, con 17 años, edad con la que comenzó sus primeros pinitos en el deporte rey.

"Mi padre tiró un churro y nací yo, y luego una porra y lo hizo mi hermana"
El futbolista ha marcado siete goles en el arranque liguero del Alcorcón
El punta, un clásico en Segunda B, debuta en la categoría de plata "
Trabajé hasta los veintitantos en la cafetería, con eso me ganaba la vida"
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En el Pinto, Quini inició un periplo que le llevó por el Alcalá, el Zamora, el Mazarrón, una primera etapa en Alcorcón y el Leganés, donde se consolidó tras tres temporadas. Pero nunca había jugado en la categoría de plata, por lo que cuando recibió la llamada de Juan Antonio Anquela, técnico del Alcorcón, no se lo pensó dos veces y pagó de su bolsillo su carta de libertad. "Preferí perder dinero y jugar en Segunda, no iba a tener otra oportunidad a mis 30 años. En Segunda B era un referente y me respetaban", declara el delantero, un depredador de área que destaca por su capacidad goleadora. "En todos mis equipos he metido goles y la pena hubiera sido llegar aquí y no hacerlo. Conmigo llega el gol y espero que siga".

Pero no es el olfato anotador la única particularidad de Quini, ni tan siquiera su tardía explosión a nivel mediático en el fútbol merced a su buen hacer en Segunda. También es empresario, en concreto churrero. "Tengo una churrería de negocio familiar. Mis padres tienen varias y yo me he criado haciendo churros. De hecho, suelo decir que mi padre tiró un churro y nací yo, y luego hizo lo mismo con una porra y nació mi hermana", declara entre risas el futbolista, que ha seguido manteniendo la tradición de sus padres al regentar una churrería en la plaza de San Marcos, en San Martín de la Vega, donde tiene fijada su residencia.

"Actualmente llevo los negocios. He trabajado allí hasta los veintitantos años, era con lo que me ganaba la vida cuando empecé con el fútbol, que no me daba para vivir. Luego lo tuve que dejar", se sincera el máximo goleador de Segunda, cuyos tantos no son lo único famoso bajo su propiedad. Ahora también lo son las "frutas de sartén", como define la Real Academia Española (RAE) al plato estrella que despacha en su local.

Algunos de sus compañeros del Alcorcón ("no muchos porque la mayoría viven a desmano, son un poco vagos") ya han frecuentado su cafetería para desayunar para quebradero de cabeza de los servicios médicos del club. "Al doctor, que es un fenómeno, le digo 'A ver cuándo le llevo un churrito a los compañeros...' y me contesta 'No me traigas churros, ¡que ya te salen más pliegues!", afirma.

Los "furtivos" encuentros de los futbolistas en la churrería de Quini representan, en cierta manera, uno de los principales motivos para explicar el buen ambiente en la plantilla alcorconera, novena en la categoría de plata en su estreno en la competición. "Nos dijeron que éramos un matagigantes porque nos enfrentamos a rivales que hasta hace poco veíamos por la televisión". E incide: "Y sin este vestuario, que es buenísimo, no tendríamos estos resultados... estar cerca del play off de ascenso es una locura, porque nosotros aspiramos a la permanencia".

Mientras Quini y el Alcorcón tratan de consolidarse en Segunda, un nuevo reto asoma por el horizonte: el próximo jueves espera el Athletic, en la Copa del Rey (20.00, GolTV). Un año después del Alcorconazo, Santo Domingo, estadio matruchero, anhela otra gesta de los suyos. Y aguarda al enfrentamiento entre dos de los delanteros de moda: Fernando Llorente... y Quini, de quien la hinchada espera goles como churros.

Quini, jugador del Alcorcón, es propietario de una churrería en San Martín de la Vega.
Quini, jugador del Alcorcón, es propietario de una churrería en San Martín de la Vega.CARLOS ROSILLO

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