"La Xunta se ha cruzado de brazos ante el problema lácteo y el litoral"

Seis años largos después de su llegada al Ministerio de Agricultura, Elena Espinosa (Ourense, 1960) recoge el petate y se atrinchera en el Congreso de los Diputados hasta el término de la legislatura. No volverá, de momento, a su puesto, en excedencia, en los astilleros Rodman. La ex ministra del gabinete de más larga pronunciación del Gobierno de España (Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) se pone a disposición de su partido mientras hace balance de su gestión y centra su mirada en Galicia. La fiel y discreta militante socialista que trasladó a sus cargos en el Gobierno de España su perfil de sistemática trabajadora a puerta cerrada, de profesional del tesón alejada del bullicio de las luces, aplaude la remodelación que le ha costado el cargo, convencida de que su esfuerzo y el de sus compañeros han contribuido a cambiar algunas bases obsoletas de España. Espinosa, que se descarta como candidata por el PSdeG a la Xunta, acusa a ejecutivo de Feijóo de cruzarse de brazos en las políticas medioambientales.

"El avance medioambiental es transversal a todo el Gobierno"

"En Galicia corremos el riesgo de encontrarnos en un nuevo Benidorm"

"Pachi Vázquez es la persona adecuada para la candidatura a la Xunta"

"La interprofesional láctea es fuerte, al mismo nivel que la francesa"

Pregunta. Pese a ser siempre previsibles, ¿los ceses lo cogen a uno por sorpresa?

Respuesta. En un puesto así uno está siempre a punto de ser cesado. Me hace gracia, y se lo comentaba el otro día al ministro de Justicia, que la gente hable de las remodelaciones de los viernes cuando, en realidad, es cada minuto cuando uno corre el riesgo de ser cesado. Por responsabilidad, hay que trabajar como si fueras a estar toda la vida, pero consciente de que te pueden cesar mañana. Nunca me ha preocupado, siempre veo mi trabajo a largo plazo.

P. ¿Ha sido víctima de una remodelación a costa de la "femineidad" del Gobierno, de la igualdad de género, tan denostada por un amplio y ruidoso sector de la derecha? El presidente ha transmitido el mensaje de que en tiempos de crisis la igualdad es un lujo: menos mujeres y sin Ministerio de Igualdad.

R. En absoluto. Es cierto que las mujeres aún tenemos problemas que solucionar en nuestro país, porque hay sectores desde los que se nos echa en cara todo. Si vamos dos veces con un mismo vestido, arrecia la crítica y, si no, también. A los hombres no se los valora en ese sentido, sencillamente se mira su trabajo y no su vida personal. A nosotras se nos cuestiona hasta el acento. No hemos conseguido aún la igualdad real, tenemos que seguir luchando, pero con este Gobierno se han dado pasos muy importantes. Creo que con la remodelación no queda un Gobierno menos feminista. Zapatero demostró que para él la igualdad está por encima de todo. Y aunque desaparece el ministerio, lo cierto es que se integra en otro. Todo el mundo empezó a hablar de igualdad y se han aprobado leyes transversales, de forma que la igualdad impregna ya los informes económicos, que incluyen un informe de género. En Agricultura, por ejemplo, aprobamos la cotitularidad y fuimos nosotros, el Gobierno de España, quienes llevamos esto al Consejo de Ministros de la Unión Europea.

P. Respecto a Medio Ambiente, con la oposición ecologista, ¿qué balance hace?

R. El avance en las cuestiones medioambientales es evidente y quizás con este ministerio pueda pasar dentro de unos años como con el de Igualdad y se pueda integrar en otro. También en este caso la transversalidad queda patente. En Vivienda se han incluido planes de rehabilitación contando con la eficiencia energética y se ha aprobado un nuevo código de construcción. En Fomento, hace unos años no se hablaba de edificabilidad sostenible y en Ciencia e Innovación se han incluido programas de economías sostenibles y de cambio climático.

P. Quedan asuntos pendientes en Galicia. ¿Da por zanjado el conflicto lácteo?

R. Espero que sí. Se puede seguir avanzando en cuestiones de calidad, pero lo más importante de todo, la fortaleza de la interprofesional láctea queda garantizada al nivel de la francesa. Pero el problema del sector lácteo se estaba planteando sólo en Galicia y, siendo así, lo normal habría sido que la Xunta cogiera el toro por los cuernos y se enfrentara a él. Como no lo hizo, tuvimos que emplearnos desde el ministerio. El Gobierno gallego se ha cruzado de brazos respecto a varias cuestiones. Lo hizo también con la Ley de Aguas, de forma que ahora nos preguntamos cómo va a quedar protegido nuestro litoral. Porque las costas no son sólo la riqueza pesquera, sino el turismo, el aprovechamiento del fitoplasma o las algas... Se trata de hacer compatible el uso del hombre con ese bien tan frágil y la Xunta no recoge todos los mecanismos necesarios de protección de nuestro litoral. Corremos el riesgo de encontrarnos con un nuevo Benidorm. Hay que recordar que los recursos naturales que se pierden ya no se recuperan.

P. ¿Quiere decir que la Xunta no incluye todas las medidas de protección necesarias?

R. La política medioambiental de la Xunta es inexistente. Uno de los problemas más graves del siglo XXI es el del cambio climático y el anterior conselleiro [el socialista Pachi Vázquez] tenía un programa para aplicar en Galicia. Pero la Xunta se ha desentendido, ha metido en un cajón el proyecto iniciado sin siquiera poner en marcha otro alternativo. No digo que si tienes competencias no intentes mejorar, pero hasta que no haya otro documento con que sustituir el anterior, lo lógico es mantenerlo en vigor. Claro que no es de extrañar que el PP opte por no hacer nada, considerando que el primer escéptico del cambio climático fue Aznar, seguido del primo de Mariano Rajoy.

P. ¿Y no cree que la actuación de las grandes hidroeléctricas en lugares protegidos como el Cañón del Sil pone en riesgo también los recursos naturales? Usted, desde el ministerio, ha dado luz verde a Iberdrola para seguir horadando este lugar medioambientalmente protegido, pese a que la eléctrica sólo busca un beneficio empresarial: vende a otros países la energía que produce aquí.

R. Mi experiencia en el ministerio ha sido muy enriquecedora entre otras cosas porque, aunque todos valoramos el paisaje y la naturaleza, normalmente no somos conscientes de que forman un patrimonio sin protección real. Con respecto a la actuación de las hidroeléctricas, se ha hecho con la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental y con el plan de usos de cuenca que cumple todas las condiciones. Lo que ocurre es que son obras que mientras se ejecutan sí que provocan un impacto visual, consecuencia de la mayor protección que se les exige. El secado del río se realiza precisamente para que no arrastre escombros o cemento. Pero con su posterior llenado progresivo se recupera la normalidad.

P. ¿Cómo quedan los proyectos importantes para Galicia, como las grandes depuradoras de Vigo, Ourense y Santiago?

R. Queda todo encaminado, pendiente sólo de un recorrido administrativo. Las tres grandes depuradoras dependen ya sólo del proceso de adjudicación, queda también en marcha el programa de protección de las riberas de los ríos y las obras de costas ya figuran en los programas. La reforma de la política comunitaria pesquera y agraria tendrá continuidad en las ayudas de la UE, gracias al acuerdo conseguido durante la presidencia española.

P. Usted se va a centrar ahora en el trabajo parlamentario como diputada por Ourense. Ha estado viniendo regularmente a Galicia. ¿Qué le parece que Manuel Fraga sea reconocido con el premio Otero Pedrayo por su aportación a Galicia o que José Luis Baltar no tenga que responder judicialmente por acusar al ex vicepresidente de la Xunta de maltratador?

R. Creo que es evidente que Galicia no ha hecho más que retroceder y echar por tierra los avances del Gobierno bipartito. Cada vez que voy a Galicia me para gente para denunciar los problemas de la sanidad, la educación... Las inversiones están paralizadas. Ya sabíamos que esto era lo que iba a ocurrir con la derecha y ahora es la gente la que tiene que contrastar y valorar.

P. ¿Se postulará para encabezar candidatura a la presidencia de la Xunta?

R. En absoluto. Estoy a disposición de mi partido, pero yo creo que el secretario general, Pachi Vázquez, es la persona adecuada para asumir ese puesto. No tengo dudas.