Echegoyen niega haber sido un freno para las fusiones

Después de un relevo que parece poco voluntario, es arriesgado dejar que el cesado presente los resultados. Bankinter justificó el jueves el relevo de Jaime Echegoyen (1956), ex consejero delegado, por María Dolores Dancausa (1959), antes consejera delegada de Línea Directa, para "abrir una nueva etapa enfocada al crecimiento rentable y aprovechando las sinergias y las oportunidades del mercado".

Echegoyen fue respetuoso y cortés con los accionistas del banco (Jaime Botín, con el 23,88%, y Crédit Agricole, con el 20,1%) protagonistas de su cese, pero no admitió la mayor: aseguró que no ha frenado fusiones o compras y que no ha cometido errores estratégicos. "La estrategia la marca el Consejo. Yo, que he sido un empleado, y mi equipo la hemos implantado", dijo.

Echegoyen sostuvo, con ciertas contradicciones, que su marcha es voluntaria "porque tocaba el momento de pasar el testigo a otros para una etapa de transformación". Justificó su salida por razones personales y no admitió que su gestión fuera deficiente, todo lo contrario. "El banco tiene un gran nivel en solvencia y riesgos, como así han querido los accionistas y por eso hemos llegado hasta aquí en una buena posición", aclaró.

Sin embargo, en el Consejo del pasado jueves se argumentó que el modelo diseñado para Bankinter era el de un banco capaz de resistir la crisis mejor de lo que ahora puede hacerlo para así aprovechar la debilidad ajena. Pese a su baja morosidad, los bajos márgenes y la guerra del pasivo le han complicado la vida al Bankinter, que no está sobrado de capital. Echegoyen, que no valoró a Alfonso Botín como vicepresidente ejecutivo, dijo estar "abierto a sugerencias" de los competidores. Hasta septiembre, el Bankinter ganó 149 millones, un 27,25% menos.