El Patronato de Urdaibai aplaza parte del plan viario foral y evita otra bronca

El Gobierno y la Diputación de Vizcaya evitaron ayer una nueva bronca por Urdaibai. Ambas instituciones consensuaron una salida al proyecto de la vía rápida entre Amorebieta y Gernika, que en parte quedó aplazado para cambiar el proyecto de la Diputación, en el pleno del Patronato, el órgano de gestión de la reserva. Para que la institución foral no saliese como perdedora, se dio luz verde a una parte del tramo (un tercio de los 6,6 kilómetros) sobre el que no existían objeciones técnicas y en el que, una vez concluida la tramitación, pueden iniciarse las obras, según confirmó ayer la Diputación.

Los técnicos del Patronato habían emitido un informe desfavorable al proyecto viario, con un coste de 147 millones d euros, por las afecciones medioambientales y las grandes modificaciones del proyecto original, que hace un año sí había sido autorizado por el Patronato. En síntesis, se había convertido un túnel monotubo en un bitubo con dos carriles en cada dirección y se añadía un viaducto.

El acuerdo confirma la sintonía entre los dos equipos de Medio Ambiente

Aprobadas las bases para elegir el director de la reserva, vacante desde 2008

Aunque en los últimos días se sucedieron contactos entre los departamentos de Medio Ambiente de las dos instituciones, no se logró ningún acuerdo. El miércoles fue un día frenético para los dirigentes del PNV de la comarca, que buscaron una alternativa al conflicto. La viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Terán, y la directora foral de Medio Ambiente, María Uribe, se reunieron poco antes del pleno, convocado a las 10 horas, y llegó la solución. El acuerdo confirma la buena sintonía del último año entre ambas áreas, a diferencia de lo que ocurre en los departamentos de Cultura y Transportes (con los litigios por el Guggenheim o el metro) del Gobierno y la Diputación.

Terán y Uribe presentaron la solución al inicio del pleno. Los representantes forales, que mantienen su intención de comenzar las obras en 2011, defendieron que la ampliación del túnel se debe a motivos de seguridad. El argumento fue rebatido por los ecologistas, que pusieron el ejemplo de los túneles de Artxanda, en Bilbao, que son monotubo. También intervino el representante de la UPV, quien defendió la ejecución de la infraestructura.

La viceconsejera de Medio Ambiente se mostró satisfecha por el acuerdo. "Para que hubiera una alternativa medioambientalmente aceptable, se ha retirado la propuesta de la salida del túnel [hacia el municipio de Muxika]", explicó. Agregó que los técnicos de la Diputación elaborarán ahora otra solución para el tramo conflictivo, que será consensuado con los técnicos del Gobierno. La propuesta fue aceptada por asentimiento, sin llegar a votarse. La Diputación de Vizcaya, que no quiso realizar ninguna valoración, solo aseguró que el proyecto no se bloquea ni habrá retrasos en su ejecución.

El vial es uno de los cinco nuevos corredores vizcaínos con los que se pretende acercar al área metropolitana a las comarcas periféricas. Las obras, que han sufrido nuevos retrasos, suponen una inversión global de 1.300 millones y son el proyecto más importante de las últimas décadas de la Diputación, junto a la Supersur (la autovía de pago en torno a Bilbao), cuya primera fase se abrirá en marzo tras una inversión de 700 millones de euros.

En el pleno de ayer, que duró casi cuatro horas, se aprobaron las bases para la elección del director-conservador de Urdaibai, una figura clave en cualquier reserva pero que está vacante desde 2008, cuando Medio Ambiente era dirigida por EA. La entrada en la consejería de los socialistas no ha resuelto el problema por la dificultad de encontrar el perfil adecuado en un puesto problemático, que debe lidiar con las fuertes presiones urbanísticas en la comarca.

Las bases de la convocatoria se cambiaron al retirarse la comisión de seis miembros para realizar una primera selección. La Diputación argumentó que era un "filtro" para los aspirantes. Ahora corresponde a Medio Ambiente presentar directamente a los candidatos ante el pleno del Patronato. El futuro director debe contar con dos tercios de los votos de los 23 miembros del Patronato, lo que obliga a un consenso institucional.