Pantalla pequeña, pero matona
La televisión saca pecho en la 2ª edición del certamen de series de Digital +
Un día de estos habrá que cambiar eso de "pequeña pantalla" como sinónimo de televisor (o televisión, así en genérico) especialmente en ocasiones como esta, cuando uno puede asistir a la mejor cosecha catódica en pantalla grande y sin pausas publicitarias. La butaca la pone Digital + con ocasión de la segunda edición del evento, que se celebrará en Madrid desde hoy y hasta el próximo domingo, y que marcará el pistoletazo de salida a la nueva a temporada de ficciones. En el certamen confluye un soberbio plantel de series tratando de seducir al amante más complejo de todos: el espectador.
Para hacerlo nada mejor que desembarcar con pesos pesados, como Boardwalk Empire (Canal +) o The walking dead (Fox, dial 21). La primera es la enésima prueba de que la tan cacareada depresión (creativa) de HBO va a quedarse en agua de borrajas. La segunda es la consagración del canal por cable AMC, que tras el éxito de Mad men no se conforma con tener un póquer sino que va a por la escalera de color. La primera, de trama gansteril y ambientada en los años veinte, acapara audiencia en la parrilla estadounidense como el que respira, con naturalidad. La segunda, una epopeya de muertos vivientes con un pie y medio en el drama, amenaza con convertirse en la apisonadora de la casa para un año en el que todos pretenden calzarse cetro y corona.
Dos pesos pesados: 'The walking dead' y 'Boardwalk Empire'
Para conseguir risas y risotadas llega Brooke Elliot y su 'Divina de la muerte'
Pero como no solo de presupuestos con muchos ceros se puede vivir, también hay que estar atento a lo que viene sin tanta fanfarria en un panorama que promete mucho: Sherlock (TNT, dial 24) ondea la bandera de la flemática BBC, una cadena británica con más solera que la reina madre y capaz de atreverse hasta con un icono como Sherlock Holmes, arrastrarlo hasta el siglo XXI y que al espectador se le ilumine el rostro. Son los efectos del milagro inglés: actores de primera, calidad contrastada.
Sherlock no será el único investigador. De Estados Unidos llegan Chase (AXN, dial 22) o Blue bloods (Fox Crime, dial 19). La primera con un bellezón como Kelli Giddish, que no solo investiga a los culpables sino que también los persigue, a pie, en coche, en avión, o como se tercie, y la segunda con una familia de polis que únicamente son capaces de ponerse de acuerdo en eso de combatir el crimen mientras que disienten en todo lo demás.
Al otro lado de la ley se sitúan los protagonistas de Sons of anarchy (Fox Crime), la nueva serie de guante negro (los integrantes de esta banda de motoristas liderados por Ron Perlman no son muy sutiles a la hora de darse al crimen) que se ha convertido ya en un producto de culto en Estados Unidos y que está encontrando, paso a paso, su hueco en España. Lo mismo sucede con Hawaii 5-0 (Fox), la nueva versión de la legendaria serie del 68. Han bastado un par de episodios para que los estadounidenses hayan caído en sus redes. Ya se sabe, Hawai, señoras y señores atractivas/os y desenlaces optimistas son una combinación infalible.
Por otro lado, están los agentes secretos de Undercovers (Calle 13, dial 20), la última serie con el aval de J. J. Abrams, el creador de Alias y Perdidos y un hombre que convierte en audiencia (mucha) todo lo que toca y al que le gustan los espías, aunque sean retirados, como es el caso.
El cuadro no estaría completo sin una buena dosis de humor. Para conseguir risas y risotadas llega Brooke Elliot y su Divina de la muerte (Sony TV), una ficción donde una modelo muere y vuelve a la vida en el cuerpo de una señora que no entra en los estándares (físicos) de una asidua de la pasarela. Eso sí, talento le sobra y cerebro también, lo demás ya se apañará ella para encontrarlo. Elliot, todo sea dicho, estará en Madrid para atestiguarlo.
Otro punto divertido del festival viene marcado por la cuarta temporada de Big Bang (TNT, Neox), una serie tan fabulosa que cuesta creer que exista realmente: jamás un freak fue tan bien dibujado (en cuerpo y alma) y resultó tan brutalmente humano como en esta serie.
Rematarán el genial escritor y realizador Jonathan Ames, padre y madre de Bored to death (Paramount Comedy, dial 23) una serie con un trío actoral de muchos galones: Jason Schwartzman, Zach Galifianakis y Ted Danson. Al neoyorquino Ames le harán compañía Jack Bender, que parió el piloto de Perdidos y el actor Nestor Carbonell (Richard en la serie). Además del talento local, representado por Mariano Barroso (Todas las mujeres, en TNT) o David Trueba (¿Qué fue de Jorge Sanz?, en Canal +).
Con eso, desfiles, talleres y un montón de actividades pensadas para que ningún fan se vaya a casa enfurruñado empieza la semana más catódica del año en Madrid. Un terremoto con epicentro en el Círculo de Bellas Artes y réplicas por toda la capital, para que nadie se quede sin experimentar la sacudida. ¿Pequeña pantalla? Cada vez menos.
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