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DIVISAS | Laboratorio de ideas | BREAKINGVIEWS. REUTERS

Un nuevo equilibrio

Esta semana, el dólar ha alcanzado su nivel más bajo de 2010. Esa pequeña adopción por parte de Singapur de un rango de cambio superior que ha contribuido a desencadenar la bajada de precio se suma a los rumores sobre su desaparición. Está claro que la expectativa de una relajación más cuantitativa a escala nacional no está ayudando a la moneda estadounidense. Pero la subida relativa de las monedas asiáticas es algo bueno. Se ha pedido un reequilibrado mundial: aquí está.

Las monedas asiáticas tienen que revalorizarse. Muchas economías están creciendo deprisa, con las exportaciones como motor principal. Los países tienen superávits comerciales y también atraen grandes flujos de capital. Su respuesta ha sido tratar de evitar la revalorización de la moneda. Eso conlleva un enorme aumento de las reservas de moneda extranjera, un crecimiento excesivo del dinero (y un riesgo de inflación y burbujas de activos).

Fíjense en Singapur. El Gobierno espera que el PIB crezca entre un 13% y un 15% este año. A la Autoridad Monetaria de Singapur le preocupa que la inflación "suba hasta alrededor del 4% a finales de 2010 y se mantenga elevada". La revalorización del dólar de Singapur contribuiría a reducir el coste de los productos importados. Y los consumidores de Singapur no van a decir que no a unas importaciones más baratas; se las han ganado. Otras economías asiáticas ven presiones similares, pero no todas están reaccionando de la misma forma. La tasa de inflación de Corea del Sur ha subido hasta el 3,6%, pero esta semana el banco central no ha querido subir su tipo político del 2,25% por miedo a contribuir a que el won suba aún más.

No obstante, el país que más llama la atención es China, que ha permitido que su tipo de cambio fijo solo suba un 2% respecto al dólar desde junio, después de no haber sufrido alteraciones durante los dos años anteriores. Para el resto de Asia, esto significa que permitir que las monedas se revaloricen respecto al dólar equivale a ser menos competitivos que China (un claro elemento disuasorio para la revalorización). Lo más probable es que en la reunión del G-20 que se celebrará en Seúl en noviembre, muchos países asiáticos presionen con dureza a China para que deje que el yuan suba más deprisa.

No obstante, la tendencia está clara. Un crecimiento rápido tiende a conducir de forma natural a una revalorización de la moneda. Suponiendo que eso se permita, estimulará la demanda de importaciones en Asia y ayudará a las economías occidentales deprimidas a recuperarse. A pesar del pesimismo, la caída del dólar no es perjudicial. -

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