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De la afición a los negocios

Fernando J. Pérez

El Málaga, el equipo más goleado de la Liga (16 goles en siete encuentros), volvió a cumplir con dos tradiciones estadísticas.

Una alude a que ha perdido todos sus partidos en La Rosaleda, un estadio que, pese a haberse abonado a la derrota, se muestra cada vez más congraciado con sus jugadores, pero yéndose a la caseta habiendo perforado al menos una vez la meta contraria. El espíritu ofensivo inculcado por Jesualdo Ferreira también está contribuyendo a la comunión entre la afición y el equipo. La hinchada no dejó de animar ni cuando perdía ya por 1-4 y Cristiano caracoleaba frente a Galatto.

Otra que tampoco consiguió romper El Profesor son los 18 años que lleva el Málaga sin batir al Madrid, que ayer se convirtió en una apisonadora en la renovada y muy rápida pradera malaguista.

Como suele suceder en estos partidos, el estadio de Martiricos se llenó, aunque, al contrario de otras ocasiones, en la grada predominaban las camisetas albicelestes y las blancas eran mucho más minoritarias.

El Málaga, especialmente en la primera parte, antes de que el Madrid pusiera en marcha el rodillo, fue más contundente en la defensa que en los seis partidos anteriores. En la zaga destacó una vez más Staadsgard. El danés, hijo de un árbitro, cortó con eficacia las entradas por la banda izquierda de Higuaín y Özil y marcó el único gol local.

En el palco, el presidente malaguista, el jeque Abdalá Bin Naser Al-Thani disfrutó junto a Florentino Pérez y demostró que el Málaga es, además de una afición, una cabeza de puente para sus negocios. Parte de la publicidad externa que mostraron las vallas pertenecen a la candidatura de Qatar, su emirato, para organizar el Mundial de 2022.

Otro aspecto del duelo que suscitó el morbo era el reencuentro de José Mourinho y Ferreira tras desempolvarse un viejo artículo del entrenador madridista en el que, supuestamente, comparaba, sin nombrarlo, al veterano técnico malaguista con un burro. Aunque Ferreira siempre ha negado que ese escrito, publicado en el diario deportivo portugués Récord, le tuviera a él como destinatario, lo cierto es que al inicio del encuentro no se les vio saludarse, al menos en público.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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