Un mosaico de frustraciones

La serie completa de fotografías de la Genealogía de la Conciencia no es una exposición al uso. Tampoco es la voz aislada de un individuo, sino la unión entre muchos. Son cinco años de trabajo del artista alicantino Mira Bernabeu (Aspe, 1969) sobre el hipotético nacimiento de una "nueva clase social" enfrentada a los poderes dominantes. Por ella desfilan las asociaciones más reivindicativas y cuestionadas de la Comunidad Valenciana.

Las víctimas de los familiares del accidente de metro 3-J; los vecinos de El Cabanyal que se oponen a los derribos ordenados por el Ayuntamiento de Valencia; la plataforma ecologista Xùquer Viu; las familias de Patraix que reivindican el traslado de la subestación eléctrica fuera del barrio... y así, un sinfín de caras conocidas, de protestas, de años de lucha, de injusticias y de dolor.

Mira: "Es un acto de esperanza, como un acto de revolución"

Gilli: "No hablan de certezas, sino de hipótesis, de poesía..."

Mira Bernabeu -que combina sus estudios de Bellas Artes y de Psicología en la Universidad de Valencia con un máster en el Goldsmith's College de Londres- articula arte y psicología con individuos y espacios repletos de códigos interpretativos, en una misma mise en scène.

"Las fotografías en color y a modo de tríptico son concebidas con la intención de traducir la realidad en imágenes", precisa el artista, que subraya el carácter "testimonial y objetivo" que se pretende. Sus imágenes "fragmentadas" pueden ser interpretadas bajo diferentes contextos sociales, culturales, históricos o políticos.

Bernabeu, no obstante, advierte de que no es un "documentalista clásico". Se trata de una "doble denuncia": la del artista convertido en "testigo presencial" y "crítico" de la realidad; y la producida por el discurso reivindicativo de cada asociación.

Pero su poder radica, sobre todo, en sus silencios, en lo que no muestran, en lo que sugieren. "No hablan de certezas ni de verdades, sino de intuiciones, de hipótesis, de sensaciones o de poesía...", ha escrito Marta Gilli, la directora del museo Jeu de Pomme de París, la galería de referencia de las vanguardias en Francia.

"La Genealogía de la Conciencia está basado tanto en un acto de esperanza como de protesta y revolución", resume Bernabeu. Es decir, en un acto de "sentido común", entendido este como la capacidad del ser humano de ser crítico y revulsivo frente a cualquier abuso de poder y violación de derecho crítico. "Es entonces cuando el sentido común deviene en sentido crítico", reza el fotógrafo.

El Centre Cultural Octubre (CCO) recopila por primera vez, desde hoy y hasta el 28 de noviembre, las tres series de la Genealogía, becadas por la Fundación Marcelino Botín. Para ello ha dispuesto de unas vitrinas que exhiben la recopilación documental aportada por cada asociación. Un libro de artista -que "no un catálogo"- publicado por el CCO completa la visión proactiva que se busca en el espectador.