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LA TOMA DE POSESIÓN DEL OBISPO DE BILBAO

Iceta tiende la mano a sus críticos para trabajar juntos en la diócesis

El prelado tuvo el respaldo de las instituciones del PNV del que careció Blázquez

Pedro Gorospe

Mario Iceta (Gernika, 1965), sexto obispo de Bilbao desde que en 1950 se creara la diócesis, se dirigió ayer primordialmente a esta durante el acto de su toma de posesión en una abarrotada catedral de Santiago. En una homilia llena de citas bíblicas y con alguna alusión a la situación económica, dirigió su principal mensaje a apagar la polémica que ha levantado su designación y tendió la mano a trabajar con los más de de 700 curas y feligreses que le han recibido con críticas y temen un cambio en la línea pastoral de la diócesis.

Iceta, quien recogió el báculo y la mitra episcopales de manos del nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, destacó que la Iglesia de Vizcaya, "llena de dones, tantas veces no suficientemente conocidos" y sus miembros -"hermanos y hermanas, sacerdotes y diáconos, misioneros, laicos"- deben abordar su tarea "desde la comunión y la corresponsabilidad". Precisamente, los sectores eclesiales críticos se han quejado en particular de que no se haya atendido su deseo de participación en la marcha de la diócesis y, en especial, en el proceso de elección de Iceta.

"Hay que derribar cualquier muro de separación, de odio o de violencia"
Cientos de fieles abarrotaron la catedral de Santiago y su pórtico

"Reitero mi voluntad de ponerme a vuestro servicio y animaros a que, juntos, nos sintamos enviados a trabajar en la viña del Señor", agregó el obispo a renglón seguido.

El prelado ha estado en el centro de las miradas de sacerdotes y feligreses vizcaínos desde que fuese llamado a sustituir a Ricardo Blázquez -arzobispo de Valladolid desde abril pasado-, ya parte de ellos le asocian con el giro que la Confederación Episcopal, con el cardenal Rouco Varela al frente, quieren imprimir a la Iglesia vasca hacia posiciones alejadas del nacionalismo.

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Iceta estuvo arropado de una importante representación política e institucional de la que careció su antecesor, Ricardo Blázquez en similar ocasión: los entonces alcalde de Bilbao y diputado general, Josu Ortuondo y Josu Bergara, respectivamente, ambos del PNV no asistieron a aquella toma de posesión en 1995.

Ayer sí asistieron al acto el regidor bilbaíno, Iñaki Azkuna, con su corporación, más la de Gernika, localidad natal del obispo, así como el diputado general, José Luis Bilbao, y dos miembros de su equipo. La portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, y varios responsables populares, encabezados por su parlamentario Anton Damborenea, también asistieron al acto.

En presencia del nuncio y del 29 obispos y arzobispos de toda España que asistieron a la consagración, solicitó a todos los presentes y a la sociedad vizcaína la capacidad para vivir en unidad, pese a la riqueza y a la diversidad de carismas, ministerios y sensibilidades, para "derribar cualquier muro de separación, de odio o violencia, para ser edificadores de la paz, constructores de la civilización del amor".

Iceta recordó con cariño "y agradecimiento" a Blázquez, presente en la toma de sposesión, así como el anterior obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, quienes encarnaban, precisamente, la línea de la que la Conferencia Episcopal ha querido separarse con Iceta y su homólogo donostiarra, José Ignacio Munilla.

Mario Iceta (derecha) recibe el aplauso de su antecesor, Ricardo Blázquez (izquierda) y del nuncio, Renzo Fratini, tras tomar posesión.
Mario Iceta (derecha) recibe el aplauso de su antecesor, Ricardo Blázquez (izquierda) y del nuncio, Renzo Fratini, tras tomar posesión.L. A. GARCÍA

"Ayudadme a ser el servidor bueno y fiel"

La catedral de Santiago y su pórtico se hallaban a rebosar. La festividad de la Virgen de Begoña, que se celebró en Bilbao con numerosas actividades, incluida la tradicional ofrenda floral de los txikiteros de la villa, se lucía con la consagración del obispo.

Antes del inicio del acto de toma de posesión, Iceta dedicó unos minutos de oración a la patrona de Vizcaya, a la que solicitó protección para todos los habitantes de la provincia. Ya por la tarde, y por deseo expreso suyo, ofició una misa en la basílica de Begoña.

El baño de multitudes se produjo al mediodía a su llegada a la catedral junto con el nuncio, Renzo Fratini, y los 29 obispos y arzobispos unvitados a us toma de posesión. Todos ellos fueron recibidos con numerosos aplausos por los presentes, el baile de un aurresku en su honor, el repique de las campanas y el saludo de las autoridades autonómicas, forales y municipales que se habían trasladado hasta el templo del Casco Viejo de la capital vizcaína. Tras ello oraron en la capilla del Santísimo Sacramento.

La música que recibió al prelado fue interpretada por el organista de la catedral y por el coro de la UPV. En las primeras filas de bancos se sentó su madre, junto a una representación del Ayuntamiento de Gernika.

El nuncio fue el primero en tomar la palabra para desearle una "feliz misión" en la diócesis de Bilbao. Iceta le pediría luego que le transmita al Papa, al que agradeció su "afecto y confianza" por encargarle el cuidado pastoral de la diócesis, su "comunón plena con él".

Fratini invitó al prelado a sentarse en la Cátedra y le entregó el báculo y la mitra, que simbolizan la sucesión apostólica y la continuidad pastoral, momento que los fieles que abarrotaban la catedral y las cerca de 200 personas que seguían la ceremonia a través de una pantalla gigante habilitada en el pórtico rompieron a aplaudir.

Casi las primeras palabras de Iceta fueron para citar a san Ignacio de Loyola: "Acepta Señor y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Tú me lo diste, a ti lo torno. Dispón de mí totalmente según tu voluntad. Solo te pido tu amor y tu gracia". Explicaba así a la diócesis cómo asumía el cargo.

En la homilía, en la que intercaló varias frases en euskera, recuperó por dos veces la idea que ya había expresado en agosto pasado en su primer mensaje a la diócesis después de que el Vaticano y la Conferencia Episcopal anunciasen su nombramiento: su intención de ser "el servidor de todos". "Ayudadme a ser el servidor bueno y fiel (...) que esta diócesis espera encontrar en su obispo".

Las frases

- Al Papa. "Querido nuncio, le ruego que transmita al Santo Padre mi afecto filial y mi comunión plena con él"

- Siervo. "Esta condición de siervo por amor constituye la identidad profunda de todo cristiano. El lema que quise elegir para mi ministerio episcopal es omnium servus, servidor de todos"

- Hombre de hoy."El hombre de hoy, tan sumido en la prisa y el estrés que termina por desorientarle (...) necesita recobrar la capacidad contemplativa".

- La Iglesia de Vizcaya."Reitero mi voluntad de ponerme a vuestro servicio y animaros a que, juntos, nos sintamos enviados a trabajar en la viña del Señor. (...) Es esta Iglesia particular de Bilbao la que toma posesión de mi persona para servirla con total entrega".

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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