Ligues, drogas y una muerte

Verónica Elisabeth Prado Mera, de 35 años, se enfrenta a partir de mañana a un juicio en la Audiencia Provincial y a una petición de pena de 33 años de cárcel. El fiscal la considera autora de dos homicidios (uno de ellos en grado de tentativa) y de dos robos con violencia. Según el relato de hechos de la acusación pública, la mujer se dedicaba a ligar con hombres separados o solteros en discotecas y, con la excusa de tomar una última copa y mantener relaciones sexuales, iban a las casas de ellos. Allí los drogaba y les robaba el dinero en efectivo y todos los objetos de valor que encontraba.

El fiscal recoge en su escrito de acusación que Prado acudió el 13 de marzo de 2009 a una sala de fiestas del paseo de la Castellana. Allí contactó con Juan Gil Rodríguez, de 58 años, ante el que se hizo pasar como prostituta. Acudieron a su domicilio en la calle del Pico de los Artilleros, en Moratalaz. La acusada le echó en una bebida clonazepam y doxilamina, dos medicamentos psicotrópicos e hipnóticos con los que le hizo entrar en una larga agonía. Gil murió a las 13.50 tras sufrir un fracaso respiratorio con edema agudo y masivo de pulmón. "El fracaso respiratorio es consecuencia de la depresión de los centros del sistema nervioso que originan las mismas sustancias por la procesada", recoge el fiscal. La acusada se adueñó de objetos valorados en más de 2.000 euros y de 9.280 en efectivo.

Alcalá de Henares

Unos días más tarde, el 1 de mayo de 2009, la mujer se puso una peluca y se hizo llamar Yolanda. Acudió a una discoteca de la calle del Duque de Sesto donde contactó con Isidoro Mariano Rioja Lobato, de 64 años. Ambos fueron a su casa, en el camino de las Callejuelas, en Alcalá de Henares. Allí le sirvió una copa de whisky mezclado con las dos sustancias dopantes. La víctima sufrió insuficiencia cardiaca y respiratoria. "Gracias al tratamiento médico que recibió consistente en antagonistas de esas sustancias, fluidoterapia, vitamina C y oxígeno. A partir de ahí sufre como secuela miedo y dificultad para conciliar el sueño", describe el escrito del ministerio público.

La mujer se apoderó de 14.700 euros en efectivo y objetos cuyo coste en el mercado supera los 1.400 euros, según el escrito del fiscal. La acusada fue detenida el 29 de mayo de 2009 y desde entonces permanece en prisión.