Llongueras, corte y aclarado

Si hay algo a lo que el polifacético peluquero y estilista Lluís Llongueras nunca ha temido es a las cámaras. Su nombre es en sí mismo una marca forjada a base de premios, franquicias de salones de belleza y muchas apariciones públicas. Pero el peluquero de famosas y hasta de la realeza (desde hace años peina a la infanta Cristina) desapareció el jueves de la vida pública. Supuestamente está con su segunda mujer, Jocelyn Novell, en el extranjero. Así lo asegura una portavoz de su imperio. Posiblemente en Andorra, explicaron colaboradores cercanos. Pero desconectado del mundo y sin teléfono móvil (nunca le gustó cargar con uno). No quiere ser molestado, a pesar de que fue él mismo quien desveló el jueves el auténtico culebrón familiar que vive.

Las desavenencias crecieron tras el segundo matrimonio del estilista

Un burofax desató la tormenta de forma pública. Se lo envió su hija mayor, Esther Llongueras, nacida de su primer matrimonio con Lolita Poveda. Esther, como administradora única de la empresa Peluquería y Maquillaje, SA (Peyma), le anunciaba que estaba despedido. Y Lluís Llongueras lo aireó. "Las tareas que usted realiza no lo son a satisfacción de esta empresa ni ostenta actualmente ningún poder notarial para ejercerlas", le espetó su hija a golpe de documento oficial. Como indemnización le ofrece 6.258 euros.

Lluís Llongueras, a sus 74 años, escueto como nunca lo ha sido, respondió a través de un comunicado. El problema, explicó, es que fue "demasiado buen padre" y puso a nombre de sus dos descendientes mayores, Esther y Adán, y de su ex mujer la mayoría de esta empresa.

Lo que Llongueras no dijo en ese comunicado es que él había borrado el 22 de septiembre pasado a su hija Esther y a su ex mujer de la sociedad ISUC, la más grande del conglomerado familiar. Aunque nadie en el entorno profesional de la familia lo confirma ni lo desmiente, el burofax del miércoles podría ser un capítulo más de una novela que viene de atrás. Una vendetta de su ex mujer e hija mayor.

Esther Llongueras "odia" aparecer en los medios de comunicación, según explicó una persona cercana. No quiere hacer declaraciones, dijo su portavoz. Portavoz de Llongueras, aclaró. ¿De qué Llongueras? "De todos", contestó. El despido de Lluís, explicó, no significa que se quede en la calle con una mano delante y otra detrás. Nada más lejos. Solo ha sido apartado de una filial, que es la gestora de 18 peluquerías de las 120 que forman la cadena Llongueras, la mayoría en franquicia. "Pero los derechos de la marca Llongueras siguen siendo suyos. Y los otros negocios asociados al nombre también", aclaró. Según el Registro Mercantil, Lluís Llongueras, además de la empresa que le ha dado la espalda, es apoderado de cuatro compañías, administrador único de otra y propietario de marcas registradas de cosméticos.

El patriarca Llongueras se refugia ahora con su pareja actual y los tres hijos que tiene con ella: Adrià, Antoni y Jasmin. Se casó con Jocelyn en agosto de 2006, cuando ya habían nacido sus tres hijos pequeños. Se había separado de su mujer oficialmente solo un año antes. Y la que había sido su familia en la sombra, pasó a un primer plano. Llongueras acababa de cumplir 70 años. Cuando en junio de 2006 le otorgaron el Premio Global Salon Business Forum & Awards, algo así como el Oscar del mundo de la peluquería, fueron Jocelyn y sus tres niños pequeños quienes compartieron escenario con el premiado.

De ser definitivo el despido, explican fuentes cercanas al estilista, lo único que puede hacer es quitarles el nombre a las peluquerías que le han arrebatado. "Pero quién sabe, es una cosa de padres e hijos. Igual acaba por arreglarse pronto", desea la portavoz de la familia, de toda la familia.